Después de descubrir lo de la Cruz del Mirlo en el Collado de Valdehalcones, apuntando al Cancho de los Muertos, había que hacer una visita a este lugar para dejarnos penetrar por la leyenda de ese lugar de bandidos que pelean y mueren en una reyerta cayendo desde lo alto de los riscos, todo ello por la posesión de una mozuela madrileña raptada y allí escondida.
Los riscos del Cancho de los Muertos son muy visibles. Así desde Cantocochino aparecen como un impresionante escenario en la dirección del Collado del Cabrón, que está justo detrás. Del conjunto el risco de la derecha mas poliédrico, con estrías horizontales, es el Cancho de los Muertos. El de la izquierda es el llamado El Dante.
En la zona de Cantocochino y tras el puente de
La senda aunque de pendiente continuada no es difícil. Hay una par de zonas donde hay que superar algunos desniveles con pequeñas escaladas. A medida que se progresa las vista del Cancho son mas atractivas. Además como se va por cuerda se pueden ir viendo hacia el oeste toda la Sierra del Hilo, desde el Collado de Valdehalcones hasta la Maliciosa al fondo, y hacia el este todo el circo de la Pedriza.
Sin duda es mas bonito e impresionante acceder desde el sur al Cancho de los Muertos. Al final de la senda y ya en las inmediaciones hay una pequeña placita entre rocas que parece un salon aunque sea de bandidos. Luego el camino va bordeando por la derecha el macizo. Hay una senda inferior, que no descubrimos que debe pasar por zona próxima al risco “Tora Bora”. Seguimos el que se acerca a la misma base del Cancho. Merece la pena descubrir el contorno de base del risco y rodearlo, sobre todo la zona que en su parte alta tiene un saliente como un gran balcón que supongo que hará peliaguda
Como el Cancho nos conmovió de emociones, se nos abrió el apetito y los deseos de descorchar el tinto. Así que fuimos al mejor restaurante de la zona, mejor porque tiene las mejores vistas de la Pedriza, y por las buenas mesas y asientos. Está más allá del Collado del Cabrón en la senda de Prao Pollo y en el Miradero de los Piganillos.