viernes, 10 de agosto de 2007

Paseos por Puertollano


Puertollano está en un proceso de cambio, cuyo origen se remonta seguramente a la llegada del AVE. Últimamente está desbocado. Parece que las iniciativas del gobierno socialista local sobre cesiones de terrenos públicos para planes de desarrollo industrial y construcción de vivienda han promovido iniciativas empresariales de emplazamiento de industrias en la zona y, entre ellas, de forma muy significativa, industrias de fabricación de placas solares. Hay muchas mas razones, pero no se trata de considerarlas ahora, porque lo que queremos señalar es su efecto sobre la transformación urbana. Se está produciendo en Puertollano un boom inmobiliario y depredador.

Yo que frecuento las visitas a Puertollano, que es mi pueblo, no había dedicado últimamente tiempo para recorrerlo y ver sus transformaciones. Se puede decir que la construcción de viviendas de pisos en el centro de la ciudad no deja “títere con cabeza”: allá donde existían casas de uno o dos pisos, casas que eran el reflejo urbano de la historia de la ciudad, casas que daban la personalidad que esta ciudad tiene, se construyen torres de pisos. Se derriban no solo las viviendas antiguas, sino otras relativamente recientes, construidas en los años 60 y 70, porque es negocio construir nuevos pisos en altura. Y así medio pueblo anda en obras, que se suma a la construcción de viviendas las necesarias obras de infraestructura para dotar de nuevas acometidas de servicios, no por viejas, sino porque han quedado infradimensionadas para las nuevas necesidades que se prevén. No hay vecino que no esté acosado y agobiado en su domicilio por una o dos construcciones de torres de viviendas en sus proximidades mas dos o tres zanjas.

Uno se pregunta qué ciudad están pensando para el futuro estos gestores municipales, si es que tal consideración estuviera en algún momento en su cabeza. ¿Es que quieren construir, tamaño pueblo, un pequeño Manhatan en el centro de Puertollano, en torno al Paseo de San Gregorio y alrededores?. Habría que recordar que la configuración urbanística de la ciudad, por estar situada en un paso entre dos cerros y porque su urbanismo desde la dictadura fue totalmente desatendido, dejado en manos de interese caciquiles y por tanto convertida en un verdadero desastre, está todavía pendiente de soluciones para un tráfico excesivo, ruidoso y polucionante, que sigue pasando por el centro, sin alternativas en otras calles o vías.

Pero parece que nadie va a frenar esa forma especulativa de manejar el crecimiento urbanístico, desde luego no las autoridades locales. Y ello hipotecando el desarrollo armónico que debería producirse y que sería deseable para la ciudad. Y actualmente sometiendo a los vecinos a la tortura diaria de los ruidos y de las molestias por la obras.

Un aspecto que tiene que ver con la forma en que se hacen las obras. Saben bien los técnicos y desde luego los vecinos que lo sufren, la cantidad de polvo y ruido que producen primero la demolición y luego la utilización durante largas semanas de máquinas perforadoras para introducción de pilotes con extracción de tierras que profundizan decenas y decenas de metros, para dar solución a cimentaciones que dejen espacio para mucho aparcamiento, que también se venden un huevo de caros. Y digo yo, y perdonad que no soy especialista en la materia: ¿por qué se construye todo usando cimentación por pilotes?. Cualquier manual técnico sobre el asunto te demuestra que en esas zonas y terrenos, no es necesario ir a esa técnica. No será que excavar en zonas limitadas y hacerlo hondo para hacer garajes resulta mas económico sin que importe el sacrificio insufrible y eterno de los vecinos del entorno urbano. Además cabe preguntarse si los técnicos municipales dan licencias sin hacer consideraciones sobre alternativas constructivas que permitan el cumplimiento de la legislación en materia de protección de la salud del vecindario.

El asfixiado Paseo de San Gregorio sigue siendo un oasis maravilloso donde se está mejor en las tardes de verano que en cualquier playa mediterránea. Y su Fuente Agria sigue siendo la mejor agua-droga que conozco. Total adicción.

No muy lejos de la Fuente Agria se da una de las concentraciones mayores de infantes que da fe de la fecundidad de las mujeres manchegas en lo que seguramente algo tiene que ver la Fuente Agria.

Y en los jardines y veladores de los alrededores de la Fuente Agria se da una realidad multiétnica desconocida en otras épocas. Alguna etnia es especialmente manifiesta y proclive a comer kilos de pipas y a arrojar sus cáscaras en los propios paseos y jardines. A veces también a lanzar sillas sobres las cabezas de otros conciudadanos.

Hay muchos paseantes en el pueblo. Muchos de edad algo avanzada y quizá mas mujeres que hombres. Hay un paseo hermoso para paseantes y bicicletas que llega hasta los pinos de la Dehesa Boyal. En los paseos se saludan, se comentan historias cotidianas, y como marcha la salud.

Un paisano que está en la parada de autobús al ser invitado a ir andando hasta el centro responde: “No puedo, es que me han dado la quimia y me ha bajado a los pies y a las manos y ahora tengo hormiguillos”, dice mientras golpetea con los pies en el suelo. “¿Es que te ha pasao algo?’. “Si, que me han cortado un trozo de tripa”.

Un paseante va con su perro. En un saludo y refiriendose al perro otro va y le dice: “¿Donde vas con el perro?, ¿es que lo llevas a ahorcar?, mejor es que lo cases”.

Y así trascurren los días y las horas y los paseos