jueves, 25 de noviembre de 2010

Los borrachos de Chueca, La Calle Pelayo, Bomberos, Policía y Ambulancias

Es la Calle Pelayo de Madrid una de las mas visitadas por los servicios de emergencia. Los vecinos ya contemplan con displicencia el frecuente y estridente paso de bomberos, policías y ambulancias por la calle en dirección a Gravina o Augusto Figueroa, aunque siempre se asoman a los balcones por si fuera algo grave como un fuego o algo peor. Pero fuego no hubo en años, salvo de algún contenedor de basuras, y las razones reales de tan urgentes actuaciones se desconocen o se ignoran, y solo queda el fastidioso paso atronador. Cierto es que hay algo de acontecimiento festivo en esos eventos porque ocurre que en calles tan estrechas el paso para ambulancias y no digamos para los camiones de bomberos no es fácil, sobre todo si se trata de doblar calles. Pero las dificultades han aumentados tras la reciente remodelación de esas calles, porque el insigne diseñador urbano demenciado con la insidiosa implantación de bolardos ha dejado una distancia entre los bolardos de una acera y el límete de aparcamiento de la otra acera aproximadamente igual o menor a la anchura del camión de los bomberos, con lo cual siempre ocurre que o bien este arranca de cuajo un bolardo o este destroza implacablemente la chapa del camión, o cuando un coche sobresale mínimamente de la raya de aparcamiento el camión de los bomberos no pasa, y ahí viene la parte festiva consistente en que los eficacísimos bomberos salen en numeroso equipo para levantar en volandas el coche y meterlo al interior de la acera, que solo falta el aplauso de los vecinos. Bueno, resuelto el atascamiento, prosigue la ruidosa comitiva hacia el fondo de la calle, por las inmediaciones de la Plaza de Chueca, entre la indiferencia de los vecinos y viandantes.

He visto recientemente una de estas actuaciones, no de paso sino en destino, y por los comentarios de los vecinos próximos que parecen estar hartos de lo que repetidamente se produce, las causas son mas de lo mismo. Esta vez no había bomberos, pero si ambulancia y policía. Su actuación consistía en atender la urgencia de un ciudadano, que suele ocupar la Plaza de Chueca en estado bastante ebrio, consistente en que otro colega igualmente borracho le había abierto una buena brecha en la cabeza, al parecer con botella de cerveza. El sangrante individuo ya curado se caracterizaba por las soeces e insultantes palabras que dedicaba a los sanitarios que le habían atendido y a la policía.

Encomiable labor de estos servidores públicos que contra bolardos y colgados desempeñan arduamente su misión.

Y a esos ciudadanos habitualmente borrachos les rogaríamos que compartan Chueca con otras plazas, agradeciéndoles que los botellazos se los peguen entre ellos, cosa que ocurre afortunadamente, por lo menos hasta ahora.

Llamada perdida perdida por Telefónica

Telefónica tarda una semana en enviar un aviso de llamada perdida

No se si eso pasa cuando estás en la Isla de la Palma. Pero ese es el caso. En efecto la llamada origen se produce en El Paso (Isla de la Palma) el día 17 de Noviembre. Fue una llamada desesperada. Tenía que conseguir que en la casa donde estaba alojado, donde había por cierto una televisión alemana que por satélite conectaba con todos los canales alemanes y con los autonómicos españoles pero no con TVE1, dicha televisión pudiera conectar con dicha cadena para ver el partido de fútbol de la selección nacional contra la selección portuguesa. Así que llamé al teléfono móvil de la dueña para conseguir esa ayuda, que no se produjo porque la llamada fue perdida, igual que el encuentro. El día 24 de noviembre he recibido una llamada en Madrid de dicha dueña que acababa de recibir la perdida y se ha interesado no por eso de la atención al Cliente sino porque el número le parecía extraño.

O sea que una llamada directa que no se pierde es instantánea por eso de la velocidad de la luz, pero si se trata de avisar de una perdida y estás en una isla Telefónica la envía a razón de 1832 Km/(7x24)Horas, o sea a unos 11 km por hora si no me equivoco.