martes, 12 de diciembre de 2017

Por el entorno de Ledesma. San Pelayo de Guareña


San Pelayo de Guareña


En este pueblo, en las proximidades de Ledesma, hay una interesante Iglesia románica cuyo ábside es del Siglo XII. La Iglesia original solo era una capilla mayor que se amplió en el siglo XVI con una Nave dividida por arcos de diafragma, y en el siglo XX con una reforma y cubierta moderna.

El ábside se encuentra relativamente bien conservado. Hay un letrero en castellano antiguo que habla de una reforma en 1500. Y otra inscripción reciente (1980) que refiere a la reforma actual.

La base actual del interior del ábside, en la que hay una pila bautismal que hace de altar, es realmente la antigua base de la cripta.

En la última restauración (1980), promovida desde la Junta, se rehabilitaron suelos y techumbre.
De los trabajos de rehabilitación nos da testimonio el actual dueño del bar, hombre que por sus abundantes barbas blancas y parecido pudiera decirse clon de Marx
Este nuestro vecino, en aquel momento mozo e hijo del entonces alcalde, participó a jornales en la excavación y retirada de escombros, que se efectuó según el opina en busca de algo de valor:

“El cura del lugar decidió excavar la base del ábside donde debía haber previsiblemente una cripta derrumbada. Sacaron piedras y en seguida restos humanos de tumbas que retiraron y amontonaron al lado de la Iglesia donde estaba el campo santo. Decidieron que la propia Iglesia así excavada tuviera como base la de la cripta del ábside. Y como quedaba muy baja respecto al resto tomaron la decisión de introducir varios escalones hasta ganar el nivel de la puerta en forma de escalera ancha. La Iglesia tenía un techo de madera, con un bonito artesonado, pero devorado por bichos (xilófagos). La humedad destruía el techo con abundantes goteras (antes llovía) y la base de la Iglesia tenía humedades que corroían la piedra por el agua que corría en el arroyo de al lado de la Iglesia (antes corría el agua). El ábside no se cubrió con techumbre de madera por falta de presupuesto. Se dejó como puede observarse un techo de obra escayolado. Picaron las pareces encaladas, quitando en algunos sitios mas de dos dedos de cal, y se llevarían por delante muchas pinturas”

El campo santo con los nuevos restos fue, por alguna razón tapado y adoquinado y hoy puede verse en el lateral norte de la Iglesia como continuación de la calle de acceso un extraño túmulo adoquinado de mas de diez metros de largo por 5 de ancho y sobreelevado como de un metro, en cuya cima hay una cruz funeraria posiblemente para recordar los muchos restos que hay debajo.

La descripción de Wikipedia nos parece irreal ya que describe como algo  extraordinario que la Iglesia tenga un “anfiteatro” delante del altar. (https://es.wikipedia.org/wiki/San_Pelayo_de_Guare%C3%B1a).


La Iglesia está, como tantas otras, totalmente expoliada y según nuestra vecina de pueblo, mujer ya mayor que conoció la Iglesia en su esplendor, santos y ornamentos pasaron de las manos de los curas a los anticuarios.
En la zona próxima al ábside quedan pinturas, a la espera indefinida de restauración. Pueden observarse así como descripción y detalle de la Iglesia en un video de youtube “San Pelayo de Guareña. Iglesia románica” https://www.youtube.com/watch?v=-HWAjPfNJI8.

En el altar del ábside hay una pequeña estatua de San Pelayo niño mártir cuya historia merece ser leída:

No se puede acabar ninguna descripción de San Pelayo de Guareña sin referir el enorme monumento natural del moral que hay a sus puertas. Sus grandes ramas como enormes árboles se abren horizontalmente y descansan en un poyete de piedra circular de varios metros de diámetro, que evitan que se derrumbe. Dice nuestra vecina que del árbol dicen que tiene mas de mil años, mas que la Iglesia. Que cuando el año viene malo no echa hojas, y lo acompaña con un refrán :”La tórtola y el moral no temen al temporal”.