jueves, 29 de diciembre de 2011

Iglesia de Santa María de la Almudena, Nuestra Señora de la Flor de Lis y La Cripta de la Almudena




Madrid, capital de España, no tenía catedral, ni siquiera una buena Iglesia Parroquial. Eso era intolerable para la nobleza y clero local, pero topaban con los intereses del Arzobispado de Toledo. Tras varios intentos se consiguió el permiso del Arzobispo de Toledo para construir una importante Iglesia Parroquial dedicado a la Virgen de la Almudena. En 1879, El Marqués de Cubas recibe el encargo de preparar el proyecto, y en 1883 Alfonso XII coloca la primera piedra de la futura Iglesia.

La iglesia pasará a ser catedral cuando en 1884 Madrid es erigida en diócesis por el Papa León XIII. El Marqués de Cubas reforma entonces su inicial proyecto de Iglesia Parroquial modificándolo para que pueda convertirse en Templo Catedralicio y realiza un proyecto grandioso, por sus dimensiones y por su arquitectura, de un estilo neogótico exuberante y profuso.

Para conseguir mas grandiosidad, se proyectó su construcción en el espacio, junto al Patio de Armas del Palacio Real, donde antaño estuvo la ciudadela árabe (Almudaina). Ese lugar que hubiera merecido ser recuperado y restaurado tanto por la muralla como por los vestigios de la ciudad árabe, recibía en cambio el proyecto de una catedral que una vez finalizada después de dos siglos ha devenido en la catedral mas fea, horrorosa, de España, edificio mamotrético que desprestigia el entorno monumental y sus orígenes.

Lo peor es que cuando decidieron la construcción de la catedral decidieron también destruir la antigua e importante Iglesia, Santa María de la Almudena. En la decisión también influyeron razones urbanísticas ya que se facilitaba el trazado de la calle Bailén.

Estaba la Iglesia  Santa María de la Almudena en el cruce de la Calle Mayor, con la actual Calle Bailén y de ella quedan cimientos visibles precisamente en la pequeña calle de La Almudena. Hay una maqueta de esta Iglesia que la reproduce tal como era cuando se destruyó. Merece la pena verla en el Museo de los Orígenes de Madrid (antiguo Museo de San Isidro)

Esta Iglesia está en los orígenes de Madrid. La pequeña villa visigoda origen de los que después sería Madrid (Mayrit) estaría situada junto al arroyo de San Pedro, que discurría por la actual cuesta de la Vega. Allí se debió construir la primera iglesia llamada “Santa María de la Vega” donde se veneraba una pequeña imagen de la Virgen que según la tradición fue traída a España por el apóstol Santiago.

A principios del siglo VIII ante la inminente invasión de los árabes (711 – 714), los cristianos de la villa para evitar la profanación de la imagen la escondieron en un cubo de la muralla romana (lo de romana forma parte de la leyenda porque no hay vestigios romanos en la antigua ciudadela).

Después de su conquista, los árabes construyen hacia el año 916 la Mezquita Mayor en la planta de la antigua Iglesia.

Cuando los cristianos reconquistan Madrid en 1083, Alfonso VI purifica la mezquita mayor de Mayrit convirtiéndola así al culto cristiano. Seguramente esta purificación implicaba la adaptación del edificio existente o la demolición y construcción en su lugar de un templo de nueva planta.

Alfonso VI oyó hablar de la historia de la virgen del antiguo templo y que los habitantes buscaban en vano la virgen escondida. Entonces hizo la promesa de volver a buscarla si conseguía conquistar Toledo. Mientras mandó pintar sobre el muro principal, en el interior de la antigua mezquita, una imagen de la Madre de Dios, a fin de que se pudiera dar culto en tanto aparecía “Santa Maria de la Vega”. Dicen que el artista se inspiró en la esposa de Alfonso VI, hija del Rey de Francia. Por cuyo motivo la imagen tiene en su mano una flor de lis, por lo que posteriormente se le adjudicó el nombre de “Nuestra Señora de la Flor de Lis”.

La imagen de la Virgen apareció después de 370 años tras un derrumbamiento del cubo de la muralla en una procesión de película en la que estaban presentes junto con reyes, arzobispos y nobles el mismísimo Cid Campeador. La historia está descrita de forma muy completa en http://www.archimadrid.es/catedral/Dossier_Almudena/default0.htm

El fresco de la Virgen de la flor de Lis fue venerado hasta la aparición de la imagen de la virgen. Según los entendidos la pintura no es anterior a los siglos XIII o XIV. Posiblemente sustituyó a la imagen primitiva que se quemó en tiempos de Enrique IV. En un momento dado fue tapiada y sustituida por la actual Virgen de la Almudena, perdiéndose su recuerdo hasta que apareció en 1623. En 1638 se arrancó el bloque de yeso sobre el que estaba pintada la imagen y se trasladó a otro lugar de la Iglesia.

En 1868, cuando se derribó la iglesia de Santa Maria, pasó a la del Santísimo Sacramento y desde allí definitivamente a la Cripta de la Catedral donde hoy se venera.

Pues bien, hay que ir a la Cripta a ver la imagen de la Virgen de la Flor de Lis, y recordar toda esta historia, y lo guapa que tenía que ser la mujer de Alfonso VI.

Se pueden ver también algunas vidrieras y alguna importantes joyas que proceden de la iglesia de Santa Maria, tales como: una talla del Cristo del Buen Camino en madera policromada del siglo XVIII, un hachero fechado en 1803 y dos óleos del siglo XVIII.

Lo demás de la Cripta es con perdón un cementerio, algo maloliente, de tumbas y sarcófagos catalogados, unas de nobles y avenidos, otras de plebeyos, otras para ser adquiridas por el mejor postor, a buen precio en euros.  La cripta, de estilo neoromántico con influencias bizantinas, no deja de ser mas que un gran mausoleo, para la Reina Mercedes y posteriores invitados, desprovisto de arte.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Descubriendo a Tarkovski




Un amigo gran aficionado al cine me habló de la posibilidad de encontrar buen cine soviético en las publicaciones de Ruscico. Luego recordé que DVD comercializados por esta firma se referencian con frecuencia en la sección “Oficina Soviética para el Cine” del Viejo Topo.
Para mayor información:
RUSCICO (RUSSIANCINEMACOUNCIL) is a commercial association of Russian and foreign companies, created for the purpose of realizing a complex program of restoring, remastering, replication and world distribution of a collection of the best Soviet and Russian feature, documentary and animated films, as well as of film versions of the best ballet, opera and theatre productions, in a DVD format.


Puesto a buscar encontré en mi tienda que no había muchos títulos y autores de cine soviético. Pero, entre otros, encontré varias de Tarkovski. Elegí dos que me parecían interesantes “La Infancia de Iván” y "Andrei Rubliov". Un acierto. Hacía tiempo que no disfrutaba de un programa doble así.
Tarkovsky es uno de los cineastas mas importantes. Es un pecado, de cultura cinematográfica, no conocerlo. He encontrado una buena descripción de este director y de su cinematografía en:

sábado, 3 de diciembre de 2011

NADER Y SIMIN: UNA SEPARACION. OTRA MAGNIFICA PELÍCULA DEL CINE IRANI




Película premiada con el Oso de Oro del Festival de Berlín de 2011 a la mejor película y con el Oso de Plata a todo el elenco de actores masculinos y femeninos, todo un éxito para su creador Asghar Farhadi, joven director (1972) que cuenta en su filmografía con otros éxitos como “A propósito de Elly”

Una pareja iraní han decidido dejar Irán para buscar un futuro mejor para su hija. Son de clase media. El trabaja en un Banco y ella es profesora posiblemente de inglés. Parece que comparten esa decisión. Cuando ya están a punto de irse el médico le diagnostica Alzheimer al padre de él. Este cambia decide quedarse para cuidar a su padre, lo que provoca una crisis de pareja que les decide a la separación matrimonial. El aspecto mas conflictivo es con quien se queda la niña de 11 años. Van a un juez con los papeles de la separación a plantear sus argumentos para que decida quien debe quedarse con la hija. Este momento es el principio de la película.

Uno de los planteamientos del film es implicar al espectador para que juzgue y se sienta parte de lo que ocurre. La primera secuencia plantea esta posición poniendo al espectador en el lugar del juez en interlocución con la pareja.

Lo singular del planteamiento de esta separación es que el motivo no es por causas de falta de afecto sino por desacuerdo en la forma de plantear el futuro de la hija. Al apostar ella por una salida al extranjero y al sentirse él en la obligación de quedarse para cuidar a su padre. La apuesta es firme y decidida por parte de ambos y la separación es inevitable. La historia está llena de matices y perspectivas. En la postura firme de ella está implícita la convicción de que el desarrollo educativo en Irán y el futuro de su hija solo se puede producir saliendo, lo que supone una crítica al régimen del país. La postura de él en cambio es la de quien apuesta por quedarse en su país para luchar desde dentro y transformarlo. Hay en el film un momento en que él acusa a su mujer de cobarde, de no querer afrontar los problemas y huir de la realidad.
La resolución judicial de atender la demanda del padre y por tanto impedir la salida de la hija al extranjero es el planteamiento que determina que padre e hija empiecen una nueva vida sin la madre y al cuidado del abuelo enfermo, mientras que la mujer vuelve a la casa de su madre. Por otro lado el padre contrata los servicios de una ayudante doméstica para apoyarse en ella para el cuidado del abuelo. Esta mujer es obviamente de clase baja y para hacer su trabajo tiene que desplazarse desde lejos e ir acompañada de su niña pequeña.
Como en la película “A propósito de Elly” un acontecimiento puntual desata el caos y es el elemento que cataliza la transformación de una situación “normal” a otra conflictiva y emocionalmente muy diferente. En aquella película una jornada veraniega placentera junto al mar de varias parejas se transforma en una conflictiva situación de parejas por la desaparición y posible ahogamiento de una invitada, lo que da pié a discusiones sobre las razones de los hechos que acontecen y los elementos de unión de las parejas. En la película “Nader y Simin. Una Separación” es la irrupción de una mujer pobre, embarazada, profundamente religiosa, víctima de un marido intolerante, la que va a ser el desencadenante de una situación terriblemente complicada por un hecho fortuito, el golpe recibido por la empleada que le origina un aborto y del que es acusado

Resaltamos algunos argumentos obtenidos de la crítica de Boyero:

Podría pensarse que en la decisión del jurado de otorgar el máximo premio a una película iraní ha influido la necesidad de reconocer y apoyar internacionalmente a una cinematografía que tiene frecuentes y graves problemas con el régimen autoritario que gobierna el país, hasta el extremo no ya de impedirte que dirijas cine, considerado subversivo por la censura, sino que te condenen a la cárcel por haberlo hecho. Ha sido el trágico caso del director Jafar Panahi, al que le han caído seis años de cárcel y veinte de inhabilitación por haber rodado imágenes de una manifestación antigubernamental con el propósito de incluirlas en la película que estaba haciendo. Y su caso no es aislado. En tan salvajes condiciones represivas hacer un cine crítico e indócil hacia las directrices del poder se convierte en algo tan peligroso como heroico. Pero independientemente de la solidaridad del jurado con los perseguidos, otorgarle el Oso de Oro a Nader y Simin, una separación es un acto de justicia y de sensatez.
El director Asghar Farhadi hace un penetrante retrato del generalizado malestar, el miedo, la complicada supervivencia, el sálvese quien pueda, a través de una historia aparentemente leve que se complica hasta niveles desquiciantes. La de un hombre casado y en proceso de separación que contrata provisionalmente a una asistenta para que le ayude a cuidar de su padre, enfermo de alzhéimer. Al descubrir que esta ha abandonado un día la casa dejando atado al enfermo y reaccionar con consecuente indignación ante la presunta mezquindad de la sirvienta, es acusado por ella y por su desempleado marido de haberle provocado un aborto. El desarrollo de esta pesadilla en la que todos pretenden chantajear al otro, con personajes que tienen anverso y reverso, luces y sombras, razón y sinrazón, está admirablemente contado.
Es una película poderosamente turbia, nunca previsible, que transmite una dolorosa sensación de realidad, que te turba al verla y al recordarla. Que le hayan concedido los premios de interpretación conjuntamente a sus actrices y actores tal vez sea excesivo, aunque todos ellos resulten verosímiles y naturales.
En esta confirma esas apasionantes características narrando con pulso hitchcockiano (la trama y el lenguaje me hacen recordar Falso culpable) la inmersión de un hombre legal y esforzado en un infierno psicológico y judicial que le puede despojar de todo lo que valora. Farghadi describe modélicamente la angustia progresiva de un padre, hijo y marido ejemplar desde que su mujer le pide el divorcio por negarse a exiliarse de ese Irán presuntamente asfixiante en compañía de ella y de la hija común (eso supondría abandonar el cuidado de un padre anciano y enfermo de alzhéimer) hasta que la denuncia por agresión de una mujer embarazada que ha contratado para que le ayude en la casa y atienda al enfermo transforma la realidad en una pesadilla. Es un retrato sombrío y profundamente humano del acorralamiento y el miedo, del sentido de culpa y la mala conciencia, de la mentira y el chantaje moral, del despertar de las miserias cuando la supervivencia aprieta, la violencia subterránea en una sociedad atemorizada, en la que casi todo desprende mal rollo.
Farghadi te introduce con enorme talento, con matices, con tensión y complejidad en esa atmósfera angustiosa, no juzga a sus personajes sino que expone sus razones para actuar como actúan, te hace partícipe de su incertidumbre y su tormento, logra que todo sea creíble y perturbador, dirige admirablemente a los actores, incluida una niña tan adulta como extraordinaria. Es una película que te conmueve al verla, también al recordarla.”

El relevante Cine Iraní




Destacamos algunas notas significativas sobre el relevante Cine Iraní

1965

Creación, en 1965, y por iniciativa de la esposa del shah Reza Pahlevi, del Kanun (Centro para el Desarrollo Intelectual de Niño y Adolescentes).La intención era crear un cine de claro carácter pedagógico. La importancia del Kanun se encuentra en su indiscutible contribución al cine iraní: en primer lugar, fue clave en los primeros pasos del Nuevo Cine iraní (Cinema Motefäve), el embrión de la actual relevancia e importancia de esta cinematografía en el cine contemporáneo; en segundo lugar, Abbas Kiarostami, el mejor director iraní, y por extensión, uno de los mejores de la historia del cine, empezó su carrera dentro de esta institución; por último, y en tercer lugar, el Kanun perfiló el tema fetiche de esta cinematografía: el cine con niños

1969

El año 1969 marca un giro en la historia del cine en Irán. Marca el fin del dominio comercial de las películas identificadas como film-fārsi.
Dariush Mehrjui produce Gāv (« La vaca ») ese mismo año, en donde pone en escena a un campesino pobre que se identifica con su vaca.
Esta película tiene una aproximación de la dirección que permite identificar un tema y un estilo específicamente iraníes. Además, fue elegido como "mejor película iraní nunca antes realizada".
Gāv permite también dar a conocer el cine de arte y de ensayo iraní fuera del país, gracias a los premios recibidos en los festivales de Venecia y de Chicago en 1971 y por numerosas presentaciones internacionales. Igualmente, el año 1969 marca el inicio de la influencia del cine motefavet sobre las películas comerciales. El cine motefavet « impone un estilo realista y reflexivo, menos superficial. La imaginación de los cineastas parece finalmente liberada de los yugos narrativos y estéticos que prevalecían anteriormente.»
El estreno de esta película marcó el fin del dominio del cine exclusivamente comercial y brinda el impulso necesario para atraer a directores jóvenes y prometedores, así como a personalidades literarias de la época.
En paralelo al cine motefavet, se desarrolla un movimiento Super 8. Los cortometrajes no comercializados permitían una gran libertad a sus autores. En septiembre de 1969, los directores de películas Súper 8 se reúnen en un grupo denominado Cinema-ye Azad (« Cine libre »), en referencia al free cinema inglés de la década precedente.
La década de 1970 estuvo marcada por las adaptaciones y la influencia del cine moderno. La influencia del neo-realismo y de la Nueva Ola se percibe particularmente en el cine motefavet.

1973

En 1973, ciertos directores abandonan el sindicato oficial de directores para crear el grupo de directores progresivos . Esta nueva ola iraní reagrupa a directores visionarios que no quieren tratar temas solo porque sean comerciales o que trabajan fuera de las convenciones establecidas.

1979

Después de la Revolución iraní, el cine sobrevivió a las restricciones previsibles. Los religiosos en Irán asociaban tradicionalmente el cine con una influencia occidental que consideraban como "corruptora" y "contraria a las buenas costumbres". No obstante, en la época de la revolución, ciertos religiosos aceptaron el cine a condición que no fuera mal utilizado,
Los hechos y discursos de los dirigentes del nuevo régimen islámico mostraron que las autoridades deseaban adoptar el cine como un instrumento ideológico destinado a combatir la occidentalización y a islamizar a la sociedad.
Con la instauración de la República Islámica en 1980, la sociedad y, en especial, las mujeres y el amor —dos temas difundidos en el cine iraní antes de 1979— estuvieron regidos por el fiqh (el derecho islámico). Las mujeres y el amor fueron prácticamente prohibidos durante la primera década que siguió a la revolución. El desarrollo del cine iraní después de la revolución de 1979 siguió la actitud de la sociedad iraní a partir de este período: la experiencia de los límites de la ideología basada en el fiqh.
La historia del cine en el Irán post-revolucionario siguió las fases socio-políticas que atravesó el Estado iraní. Durante la primera fase, cuando los revolucionarios radicales y militantes estuvieron en el poder, el gobierno iraní procuró islamizar la sociedad. La creación del Ministerio de la cultura y de la orientación islámica tuvo por objetivo islamizar toda forma de arte y de actividad cultural. El régimen promovió entonces la creación de un cine islámico. Durante este período, el amor y las mujeres desaparecieron de la pantalla y se multiplicar las películas que ponían en escena a niños. No obstante, ninguna película de calidad fue producida durante el período de la Guerra Irán-Irak. Entre 1980 y 1988, la producción de películas iraníes siguió la actualidad: 56 películas fueron así producidas sobre el tema de la guerra contra Irak, con un fondo de sensacionalismo, de ideología y de apoyo al esfuerzo de la guerra. .
El nuevo régimen iraní, por intermedio del Ministro de la cultura y de la orientación islámica —dirigido por Muhammad Jatami entre 1982 y 1992—, buscó desarrollar un cine nacional conforme con su visión ideológica. En este período se inicia la producción de algunos filmes “románticos” y mujeres productoras empiezan a hacer películas con personajes femeninos que tratan sobre el amor

En ausencia de una prensa libre, el cine terminó por ser el vector de la crítica social en Irán. La recepción favorable que concedió la crítica al cine iraní le permitió ser reconocido más allá de sus fronteras. Con ocasión de la elección presidencial de 1997, los cineastas expresaron por primera vez en público sus opiniones políticas. En su mayoría, se pusieron de lado del candidato reformador, ex ministro de cultura, Muhammad Jatami, que estuvo a favor de las políticas culturales más tolerantes.

El reconocimiento de los directores iraníes en la escena internacional comenzó con El corredor, una película de Amir Naderi de 1985, que recibirá premios en todos los festivales internacionales.
Las películas presentadas en estos festivales no presentaban siempre a Irán de manera favorable. Paradójicamente, el Estado iraní apoyaba su distribución y las enviaba al extranjero, incluso si ciertas películas eran prohibidas en Irán. Luego, este éxito del cine iraní fue confirmado por los numerosos premios otorgados en prestigiosos festivales de cine internacionales.
El interés suscitado por el cine iraní se debió en parte al descubrimiento de este cine por parte de quienes participaban en los festivales: ver películas iraníes en festivales representó una ocasión para dejar atrás las apariencias y adquirir un saber más allá de los senderos señalados. El estilo de las películas post-revolucionarias, con personajes que se debatían en situaciones difíciles, provocó en los espectadores occidentales una lectura crítica y política del Irán post-revolucionario; sin embargo, los directores iraníes no explicaban el mismo punto de visto a propósito de sus películas. Para directores como Abbas Kiarostami, sus películas presentaban los problemas de Irán tal y como ellos los veían, sin análisis social o política. Junto con China, Irán fue famoso como uno de los exportadores de gran cine en los años 1990. El director alemán Werner Herzog, junto con muchos otros críticos de cine del mundo entero, considera el cine iraní como uno de los más cines artísticos más importantes del mundo.

1997

La consagración internacional tuvo lugar en 1997, cuando El sabor de las cerezas, de Abbas Kiarostami obtuvo la Palma de Oro del festival de cine de Cannes. Algunos jóvenes cineastas aprovechan esta oleada y sus trabajos son reconocidos a nivel internacional.
Las películas iraníes han sido regularmente nominadas o han ganado premios prestigiosos, tales como el León de Oro de la Festival Internacional de Cine de Venecia, la Palma de Oro del Festival Internacional de Cine de Cannes o el Oso de oro de la Berlinale. En 2006, seis películas iraníes, de estilos muy diferentes, representaron al cine iraní en el Festival Internacional de Cine de Berlín, lo que fue considerado por los críticos como un acontecimiento notable para el cine iraní.
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Quizás el cineasta más influyente de ese entorno sea Abbas Kiorastami. Dos de las películas más importantes en su trayectoria: “Primer plano” y “El sabor de las cerezas” (Palma de Oro en el Festival de Cannes. 1997) le hacen responsable en gran medida del prestigio que ha adquirido el cine de este país en los últimos 20 años. A partir de ese momento, los filmes iraníes fueron recibidos con expectativa y, la mayoría de las veces, con elogiosos comentarios.

Jafar Panahi, por su parte, introdujo nuevos elementos. Con un guión de su maestro Kiorastami filmó una historia protagonizada por niños. El globo blanco manejó un argumento sencillo, austero y hasta divertido. Curioso y sorpresivo, cuenta una historia de una niña que deseaba comprar un pez para recibir el Año Nuevo y de refilón se desnuda toda la problemática de las prohibiciones que sufren las mujeres y la situación del que se siente extranjero.
De ese mismo modelo surgió Los niños del cielo de Majid Majidi, que ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera, la historia de un niño que pierde sus zapatos e idea todo un plan para que su padre no lo descubra, supo conquistar a los críticos.
Samira Makhmalbaf, por su parte, sorprendió al mundo del celuloide al ganar la Palma de Oro en Cannes con sólo 18 años. La Manzana (1998) es una de las películas más representativas de Irán. Basada en un caso real, narra la historia de dos niñas gemelas que vivieron encerradas en su casa durante sus once años. Una trabajadora social, alertada por los vecinos, decide tomar cartas en el asunto. El filme muestra al espectador el descubrimiento que hacen ambas niñas del mundo. Con evidentes retrasos en el lenguaje y en el pensamiento, las gemelas se roban el corazón del público. Samira Makhmalbaf es hija de otro reconocido director, Mohsen Makhmalbaf.
Después la iraní Samira Makhmalbaf realizó “La pizarra”, (2000) obteniendo reconocimiento a nivel mundial gracias a las nominaciones y galardones recibidos en los festivales de Cannes, Venecia y San Sebastián, entre otros.
La pizarra”: “Una metáfora de una situación límite en un país asolado en la que una de las pocas esperanzas es que las cosas cambien por medio de la educación, con un trasfondo de guerra y violencia, un retrato de gentes cultural y económicamente desheredadas, víctimas de la ignominia representada por dictadores que exterminan cualquier vestigio de humanidad y manipulan conciencias y creencias”
Mohsen Makhmalbaf filmó en 1998 El silencio, el retrato de un niño mudo que se guiaba por los sonidos, los colores y el olfato. La película alcanza momentos de lirismo y de poesía subyugantes. Además, Mohsen Makhmalbaf es el autor de Kandahar, (2001), su filme más conocido. La vida detrás del burka (velo con que se cubren las mujeres afganas) es puesta sobre el tapete. Kandahar recoge la soledad, la miseria y el desgarro de una tierra dominada por los talibanes.

Bahman Ghobadi que obtuvo la Cámara de oro en el año 2000 por su primer largometraje, Un tiempo para la ebriedad de los caballosCinco niños curdos luchan por sobrevivir haciendo trabajos extraños en una aldea distante mientas que su padre viudo se ganaba la vida contrabandeando en la frontera entre Irán e Iraq. El hijo mayor tiene una discapacidad extensiva. Entonces el pequeño de sólo 12 años asume toda la responsabilidad, mientras que la hermana mayor, actúa como madre de todos. Luego, a la familía llega el cadáver del padre que murió víctima de una de las minas antipersonales que desde hace años son parte del paisaje por donde se ubica la película.
Lo que prima en el cine iraní es la austeridad, el tratamiento minimalista, el cuidado fotográfico y una historia que se sustenta sola. Con esos elementos, se puede hacer un buen filme, sin mucho presupuesto y sin mucha producción. 

Alguna información tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Cine_de_Irán