lunes, 8 de septiembre de 2008

Va de migas

Parece mentira que lleve ya cierto tiempo con este cuadernillo y no haya escrito nada de lo gastronómico. Mi mayor afición, casi un culto. Voy a crear ahora mismo una etiqueta "gastronomía" y me apunto el propósito de cultivar esos campos. A decir verdad cuento con muchas recetas, de las que las manchegas tradicionales recogidas a través de mi padre y de una suegra que tuve que era buena cocinera, no como su hija, y que aquí publicaría si supiera como. (En este invento parece que no se puede o yo no se crear una especie de directorio de donde cuelguen textos como racimos. Solo se pueden meter cosas cronológicamente).
Hoy mismo es la fiesta de mi pueblo, no la de las ferias de ganado de otros tiempos que esa se celebra en Mayo, sino la mas religiosa de la patrona, la llamada Virgen de Gracia, que por sus muchos hechos insólitos que se le atribuyen, mas miles de promesas de las gentes cumplidas las mas veces, mas cientos de años de devoción y rogatorios de la beatería local, mas el título de alcaldesa de honor acreditado mediante la correspondiente vara que le dió en los cincuenta un alcalde falangista, es por todo ello fiesta con una grande procesión en lo religioso y una grande e interesante demostración en lo gastronómico. Allí los programas de festejos no olvidan los acontecimientos culinarios en el real de la feria y lo mismo puedes encontrarte según la peña o local que sea una grandiosa caldereta de cordero, unas gachas o unas migas manchegas, sin que con esto se acabe el repertorio. Esta vez no puedo olvidar las migas preparadas en casa de mi hermana hechas como ofrenda cariñosa por mi visita.
Las migas es plato recio. Comentaba mi padre que la lógica de esta comida tan fuerte es que en otros tiempos los labriegos o gañanes recibían como alimento solamente pan y tocino, ingredientes básicos junto con el aceite de oliva de las migas. Se hacían dos comidas al día. La primera, por la mañana, consistía en migas ya que debía permitir todo una jornada de trabajo. Luego por la tarde se comía un plato caliente, generalmente legumbres (cocido o judías) también preparadas con un poco de tocino.
Ahora comerse unas migas es un placer inmenso que lleva como pequeña penitencia la de una digestión trabajosa salvo que la migas vayan regadas de abundante vino blanco y fresco en cuyo caso la digestión es menos pesada porque la pasas en una larga y sonnolienta siesta.
Os paso una receta de 

MIGAS MANCHEGAS

 

 

CANTIDAD:

(4) personas.

 

INGREDIENTES:

Pan moreno

Aceite de oliva

1 docena de ajos con cáscara, rajados

Trozos de pan para tostones

Un cuarto de kilo de tocino para torreznillos.

1 o 2 pimientos rojos secos

Medio kilo de sardinas

Un racimo de uvas de Villanueva

Unos choricillos para freír

 

Emplear una sartén y una paleta grande de diámetro. Las migas han de hacerse con Pan moreno (Pan de Picón o de Brazatortas). Las migas hay que picarlas preferiblemente la noche anterior, remojarlas un poco, taparlas con un paño y dejarlas en reposo hasta el día siguiente.

 

 

ELABORACIÓN:

 

 

ü      Se pone el  aceite de oliva, que cubra la sartén como un centímetro. Se tuesta bien el aceite.

ü      Con el aceite bien fuerte se echan los torreznos, y se fríen hasta que se doren bien. Se sacan los torreznos y se añaden los dientes de ajo. Mientras se frien los ajos se añaden los pimientos. Se les dá vuelta y vuelta y se sacan enseguida para que no se quemen. Se sacan los ajos. Se fríen los tostones.

ü      Se aparta la sartén. Se deja que se enfríe. Se elimina el exceso de aceite. Se deja solo el suficiente para cubrir el fondo. Cuando el aceite esté frío se añade agua, no mucha. Se echa un poco de sal (poca). Se pone al fuego hasta que hierva, y entonces se echan las migas. A continuación se añade los ajos y torreznos. se le da vueltas con frecuencia. Se prueba con la mano de sal. Si están sosas se les echa un poco de agua con sal. Se sacan cuando estén doraditas.

ü      Los chorizos se fríen aparte