jueves, 7 de junio de 2007

NUESTRA AFICIÓN TAURINA

Mi afición taurina no es convencional. Empecé a ir a la fiesta nacional tarde y casualmente por acompañar a mi padre, ya un poco mayor. Me enganché. Me hice abonado de la Plaza de Toros de las Ventas y ahí sigo. Allí empecé a entender y a amar esta fiesta, y apartar los prejuicios. Allí empecé a comprender la fiesta de una forma mas completa, con sus enormes méritos y con sus pobrezas y miserias. Y llegué a la convicción de que la única forma de perseverar en la afición era defendiéndola.
Si la fiesta de los toros sigue regida y organizada con los parámetros de negocio actuales, y ya permanentes desde hace décadas, auguramos su decadencia definitiva, su transformación en un fenómeno taurino festivo que tendrá poco que ver con lo que esta fiesta fue en el pasado, que fue algo sociologicamente muy importante, con fuertes influencias en el arte y en la cultura de este país y de otros, y mucho que ver con espectáculos mistificados orientados fundamentalmente al turismo.
Nuestra forma de ser aficionado taurino es estando contra su falseamiento, demandando fuera y dentro de la plaza su autenticidad original, mientras esporádicamente estemos sometidos a las fuertes emociones, conmociones, y aproximación a una realidad artística especial, que ciertos toros, toreros y corridas nos producen, que todavía existen aunque poco.
Como invitación al coloquio sobre este tema, te invito a que aportes tus comentarios