miércoles, 2 de enero de 2008

La peli "Deseo, Peligro" tiene peligro




En la última Tertulia propusimos como tema para la siguiente la película de Ang Lee “Deseo, Peligro”. La elección parecía muy conveniente porque queríamos introducir el tema del erotismo en el cine, y este film tenía las mejores referencias por el prestigio de su director y porque ha sido premiado con el León de Oro del Festival de Venecia del 2007. Como en otras ocasiones se trataba de debatir acerca de la película una vez vista en sala comercial.

Para que el olvido me impida se pertinente os comento ya mismo y pongo en orden mis notas:

La película transcurre en Shangai durante la ocupación japonesa entre 1938 y 1942. Para el espectador hay pocos datos. Las imágenes exteriores sobre Sanghai son muy reducidas y el contexto histórico apenas si está descrito. Con lo que el espectador (occidental) no tiene oportunidad de introducirse en la intensidad dramática de aquella situación. Sin embargo aquella historia fue muy fuerte y creo que su utilización fílmica debería ser mas cuidadosa y respetuosa.

La invasión de China por los japoneses se inició en julio de 1937 y duró hasta 1945. En dicha guerra China tuvo 3 millones y medio de muertos militares y cerca de 18 millones de muertos civiles. La zona de Shangai fue duramente afectada. En agosto de 1937, el Ejército Imperial Japonés se encontró con una fuerte resistencia y sufrió grandes bajas en la Batalla de Shangai. La ofensiva fue cruenta, y ambos lados terminaron desgastados en un combate mano a mano. A mediados de noviembre, los japoneses habían capturado Shangai con la ayuda de bombardeos aéreos y navales. En el camino de Shangai a Nanjing, los soldados japoneses cometieron un gran número de atrocidades. El evento más famoso fue el “concurso para matar a 100 personas utilizando una espada”. Pero el episodio mas violento fue la llamada Masacre de Nanjing o Nankíng. Los crímenes de guerra cometidos durante este episodio incluyen el pillaje, la violación, y la matanza de civiles y prisioneros de guerra, que en muertos no combatientes el gobierno chino cifra en un número superior a 300.000 En China, este hecho es un punto principal del nacionalismo chino. En Japón, la opinión del público está dividida al respecto, especialmente entre los conservadores, que la Masacre de Nanjing ha sido exagerada (si no es inventada) como un arma diplomática dirigida contra Japón. Tales opiniones son consideradas revisionismo histórico entre los chinos, y como tal, continúan generando rabia y resentimiento.

Volviendo a la película, las referencias de contexto del film son prácticamente inexistentes. No hay mas datos para entender la especial virulencia de los sentimientos de los jóvenes resistentes chinos ni lo brutal que en ese contexto era plantear que para poder matar a un colaborador de los ocupantes, cuya actividad profesional debía ser la de perseguidor y asesino de sus propios conciudadanos, se planteara la estrategia de poner como cebo a una joven que debía tratar de seducirlo y pasar información a los resistentes. Por eso utilizar este planteamiento para describir como lo mas esencial de la película la atracción que la mujer empieza a sentir por su malvado enemigo y la intensísima relación sexual y despliegue de sentimientos que se desencadena me parece de mal gusto. Salvo que lo que interese sea reflejar la dimensión humana en la que se pone en juego el dominio, el sometimiento, la desolación...en clave de placer - dolor. Si la película va de eso mejor que hubiese ideado otro contexto y la hubieran rodado también en los Estados Unidos.

Según las declaraciones del Director parece que el fenómeno que se está analizando es la experiencia extraordinaria que para ciertas personas es la interpretación y la imitación. Ang Lee opina que encontró esta historia de Hielen Chang bella y cruel, que la autora revisó sucesivamente para revivir, reinterpretar de nuevo el dolor. Y así es la elaboración fílmica: una reinterpretación del dolor. La autora ve la interpretación y la imitación como algo de naturaleza brutal, como la de un animal que se camufla para escapar de sus enemigos o atacar a sus presas. Aunque la interpretación, a los seres humanos, nos abre a experiencias mayores, al arte, a la verdad, etc. Y es cierto que en la película se describe como la chica se queda colgada tras su primera experiencia teatral, y como se anima a esta aventura sin ideal político, y con la pretensión de tener una gran experiencia interpretativa.

Bueno este significado que le da Lee a su film es muy periférico. Me parece que escamotea la realidad de las intenciones y desde luego utiliza la historia no con mucho respeto. Porque si un director chino (de Taiwán), afamado en Occidente, vuelve su mirada a China para hacer una gran superproducción que parece que pretende una historia sobre los horrores de la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, utilizando los gigantescos recursos de la industria cinematográfica china para reconstruir el Shangai de los primeros años cuarenta, y eligiendo por tanto como contexto un acontecimiento histórico especialmente sensible para los sentimientos nacionalista chinos, y en definitiva utiliza esos acontecimientos para contar una historia de amor de una joven con el brutal enemigo, historia que se describe dura y humillante, relación morbosa entre verdugo y víctima, parece que el producto podría decepcionar de entrada a todos los chinos y luego a quienes pueden esperar mejores creaciones de este realizador.

La crítica emitida con ocasión del Festival de Venecia 2007, señala diferentes aspectos, muchas veces en mi opinión sin entrar en lo mas esencial. Así se destaca:

El País. ENRIC GONZÁLEZ - Venecia - 09/09/2007
“Ang Lee logra el León de Oro por 'Lust, caution', un relato duro y claustrofóbico”
Lust, caution (Se, jie, traducible como Lujuria, precaución) es una historia de espionaje, violencia y erotismo en el Shangai de principios de los cuarenta
Ang Lee desarrolla un relato duro, claustrofóbico, con hechuras de superproducción y una duración exagerada (más de dos horas y media).
No es una película grandiosa, pese al tamaño y las pretensiones, y queda un peldaño por debajo de Brokeback mountain . La cadencia lenta y preciosista, más asiática que en anteriores realizaciones de Lee, y las muy explícitas escenas de sexo, demasiadas relamidas para conseguir el impacto al que aspiran, lastran el producto. Las escenas violentas (un prolongado asesinato en el que la víctima no muere ni a tiros, y una violación con la que el policía y la espía inician relaciones) están mucho mejor logradas.

También el mismo crítico en el reportaje Dos variantes del mal da una interpretación mucho mas interesante al considerar el tema de la película el atractivo del mal, comparando esta película con la Kenneth Branagh “Sleuth” tambien presentada en Venecia, animadas ambas por el mal. Un mal de atractivo fascinante, encarnado por dos actores magnéticos: Michael Caine, grandioso, y Tony Leung. (ver http://www.elpais.com/articulo/cine/variantes/mal/elpepuculcin/20070831elpepicin_3/Tes).:
“Tomó como base una novela de Eileen Chang, Lust, caution (traducible como Lujuria, precaución) para hablar del idealismo, del sexo, de la dominación y del sometimiento
Lust, caution es una superproducción. Lujosa, potente, rica y exageradamente larga. Los 156 minutos no se justifican. Tanto minutaje acaba dañando un relato que, pese a los recursos empleados por Lee, carece de escenas corales y evita la opción de tejer un gran tapiz sobre la China de la época. El alma de la película se esconde en las habitaciones cerradas donde transcurre la mayor parte de la acción: un grupo de mujeres que juegan obsesivamente al mahjong (un entretenimiento con algunas características del bridge y otras del dominó) y una pareja de amantes, el jefe de la policía secreta filojaponesa y una espía de la Resistencia, que fornican no menos obsesivamente”
“Lust, caution no alcanza el nivel de Brokeback mountain. Quizá se trata de la cadencia china, pero hay algo de relamido, de coreografiado, en esas dos horas y media. Incluso en las escenas de sexo, abundantes y realistas (cositas escandalosas que gustan mucho en los festivales), asoma a veces el cartón del mal cine porno. Salvo en una, el violento primer encuentro carnal entre el policía y la espía, excelente representación del dominio y el sometimiento, un juego malvado que gratifica a sus practicantes con un venenoso cóctel de placer y desolación. Otra escena, un asesinato prolongado y chapucero, vale por media película. Ese asesinato, ciertos rasgos de humor y la esfinge desasosegante de Tony Leung redimen una película imperfecta.”
“En Lust, caution, la obra de Lee, el mal es lujurioso, lúcido y amargo. En Sleuth, el mal encarnado por Michael Caine es juguetón, ambiguo, cortés y, sobre todo, divertido: un mal peligrosamente atractivo.”.

Bueno, parece que nos equivocamos en la elección. ¿Nos hubiéramos equivocado también si hubiéramos propuesto para el debate Sleuth?. Habrá que verla.