lunes, 28 de febrero de 2011

Historia de la Plaza Mayor de Madrid







Muchas plazas de Madrid existen porque en su emplazamiento no se pudieron construir viviendas en su momento. Eso ocurrió con las plazas que creadas por razones urbanísticas durante el reinado de José Bonaparte, cuando se pudo requisar terrenos de Conventos para crear plazas, como ocurrió con el Convento de Santo Domingo el Real que daría origen a la Plaza de Santo Domingo, o con el Convento de San Miguel de los Octoes que permitió la creación de la Plaza de San Miguel.


Mucho antes la Plaza Mayor de Madrid se crearía en un lugar fuera de la antigua ciudad musulmana en un lugar donde no se había podido construir previamente porque había una laguna, la Laguna de Luján. Cuando se crea esa plaza en el siglo XIV ya habían surgido dos arrabales al otro lado de la Laguna, arrabales uno en torno a la Iglesia de San Ginés y otro en torno a la Iglesia de la Santa Cruz (en la actual Calle de la Bolsa). La laguna se deseca y plaza se crea con el nombre de Plaza del Arrabal por estar al lado de los arrabales. Su creación tiene como motivo disponer de una plaza mas amplia para mercado que la existente hasta esas fechas en la Plaza de la Villa. La plaza creada es un gran espacio irregular entre las murallas y los arrabales.


Durante el siglo XIV el mercado estaba en la Plaza junto al Alcazar. El disponer de una ciudad amurallada y con puertas permitía al Ayuntamiento (Concejo) cobrar a los mercaderes que llegaban a Madrid un impuesto llamado “Portazgo”. En el año 1463 Enrique IV, el Impotente, padre de Juana la Beltraneja, hermano de Isabel la Católica, concede el privilegio a la Villa de Madrid que todos los meses pueda celebrar en la Villa un Mercado franco, una Feria. En principio el ayuntamiento piensa que se celebre en la Plaza del Salvador, actual Plaza de la Villa. Pero al llegar tantos comerciantes Enrique IV indica que el mercado se lleve a la Plaza del Arrabal, contra la opinión del Ayuntamiento porque esa zona no estaba amurallada

El Ayuntamiento amplía la muralla por los mencionados motivos fiscales, es decir por mantener la recaudación del portazgo, mediante la construcción de una cerca de mampostería que envuelve los arrabales.

Como consecuencia se crean nuevas puertas: La Puerta de Toledo, en el camino que iba a Toledo; la Puerta de Atocha en el Camino a Vallecas y Atocha; La Puerta del Sol en el Camino de Alcalá. Y se consolida el mercado de Madrid en la Plaza del Arrabal.





En 1561 Felipe II instala la corte en Madrid. Dentro de la Villa deseaba un lugar para las celebraciones y ceremonias de la Corte. Se piensa en la Plaza del Arrabal. En 1580 se encarga a Francisco de Mora, arquitecto, su construcción. Inicialmente se había construido una Lonja de comercio, casa porticada antecedente de la Casa de la Panadería. Bajo las directrices de Francisco de Mora, se ordena urbanísticamente la plaza, se eliminan las “casas de la manzana” construidas dentro de la plaza y se construye en 1590 la Casa de la Panadería por Diego Sillero.


Por encargo de Felipe III el arquitecto Juan Gómez de Mora realizó, entre 1617 y 1619, una transformación profunda de la vieja plaza del Arrabal, resultando una plaza rectangular, homogénea en la altura de su caserío e ideal como espacio cortesano de representación. En el centro del lado norte de esta plaza, que desde entonces y salvo en algunas pocas ocasiones se ha venido llamando plaza Mayor, Gómez de Mora consiguió integrar el edificio de la Casa de la Panadería modificando tan sólo su planta baja, aunque su altura era inferior a la del resto del caserío que conformaba la plaza. Las calles de entrada a la Plaza eran abiertas, como se ve en el plano de Texeira.


En cuanto a la Casa de la Panadería, era una composición simétrica de cuatro alturas y planta baja porticada, rematado el último piso en forma de ático y los laterales coronados por torres angulares.


La Plaza Mayor se utilizó para todo tipo de representaciones del poder de la Monarquía. Desde la realización de Autos de Fe, como puede observarse en el cuadro de Francesco Richi “Lectura de una sentencia”, a corridas de toros. También era lugar de ejecuciones de nobles (los plebeyos eran ejecutados en la Plaza de la Paja).


Aunque las casa de la Plaza Mayor eran de sus propietarios o de inquilinos que las arrendaban, los balcones eran propiedad de la Corona, y eran usado por el personal de la Corte en las representaciones de la Plaza.


La Plaza Mayor se quemó en tres ocasiones. de hecho no queda nada de la plaza de Gomez de Mora.

El primer incendio se produce en 1631. La reconstrucción se efectúa bajo la dirección de Gómez de Mora. Tambien se construye la Casa de la Carnicería.


El incendio de agosto de 1672, el segundo que se producía en la plaza, destruyó por completo la Casa de la Panadería, por lo que se encargó al arquitecto Tomás Román la realización del proyecto de reconstrucción y a los pintores Claudio Coello y José Jiménez Donoso la decoración interior y los frescos de la fachada.


Otro incendio ocurrido en el verano de 1790 arrasó tres cuartas partes de la plaza, aunque se pudo salvar la Casa de la Panadería, siendo su altura y sus trazas arquitectónicas las que vendrían a ordenar el resto del caserío de la plaza en las obras de reconstrucción que al año siguiente emprendió Juan de Villanueva. Se hace una plaza cerrada. Se construye también el Arco de Cuchilleros. Se hacen como motivos decorativos los arcos de carpanel. Trabajaron varios arquitectos, entre ellos Pascual y Colomer (arquitectos del Congreso de los diputados)


En el reinado de Isabel II se pone la estatua ecuestre de Felipe III de Pietro Taca y Juan de Bolonia. La escultura está basada en el retrato ecuestre de Pantoja de la Cruz de 1616. Esta estatua estaba inicialmente en los jardines de la Casa de Campo. La ejecución fue tan meritoria que se encargó a los mismos escultores italianos la estatua ecuestre de Felipe IV, actualmente instalada en la Plaza de Oriente, quienes abordaron su ejecución con el caballo a dos patas. Parece que los cálculos de masas para conseguir la estabilidad de la figura ecuestre fueron encargados a Galileo.


La estatua ecuestre de Felipe III, fue derribada tras la proclamación de la II República. Se rompió la cabeza del caballo y, curiosamente su interior estaba lleno de esqueletos de pájaros, que entrando por los belfos quedaban aprisionados en el interior como en trampa mortal. La estatua, así como los portales de la Plaza Mayor, fue en cambio muy bien protegida durante la guerra civil para protegerla de los bombardeos franquistas con sacos terreros y una construcción de protección como la de la Cibeles.


La Plaza Mayor ha recibido otros nombres: Plaza de la constitución con Alfonso XII; Plaza de la República, durante la II República.


A principios del siglo XX la Plaza Mayor ofrecía un aspecto excelente con un ajardinamiento, árboles y palmeras.


Estuvo abierta al tráfico hasta 1962 llegando a límites espantosos de aparcamiento. Después la construcción de un macroaparcamiento subterráneo le ha proporcionado a su suelo un aspecto petreo y granítico en línea con lo que ocurre con el resto de plazas de Madrid.


El actual e innombrable alcalde parece que pretende eliminar de su centro la estatua de Felipe III para que no sea impedimento para instalar alguna suerte de carpa permanente para los eventos y celebraciones no ya reales sino de sus actuales soberanos.


Mesas de Convergencia - Red de Convergencia Ciudadana


El pasado 19 de febrero se celebró en el Auditorio Marcelino Camacho de CCOO de Madrid la Asamblea de constitución de la plataforma “Mesas de Convergencia”, iniciativa que pretende la confluencia de fuerzas de la izquierda social y política para el establecimiento de un programa para la defensa de los valores de la izquierda y para luchar contra la ofensiva neoliberal. En la página http://www.redconvergenciasocial.org/ se encuentra amplia información sobre la convocatoria y personas que han promovido esta iniciativa, el llamamiento a la convergencia y a la acción, los objetivos, las formas previstas para estructurar la creación de mesas, etc. También están los vídeos de las intervenciones en la Asamblea.

Una página de facebook (http://www.facebook.com/pages/Convergencia-Ciudadana/182244998479945?sk=wall) está recibiendo comentarios de múltiples seguidores que manifiestan su interés por esta iniciativa.

Asistí a la Asamblea y quiero destacar la fuerza de los manifiestos y la emoción trasmitida y compartida por todos. Y algunas notas personales relativas a algunos de los intervinientes:


Carlos Martínez, presidente de ATTAC España, uno de los impulsores de Convergencia Ciudadana, junto con Yolanda Díaz, fueron los presentadores de los ponentes.


Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla y miembro del Consejo Científico de ATTAC, articuló su discurso en torno a los siguientes temas e ideas:

  • Unión ante la agresión del Neoliberalismo
  • Naturaleza perversa del capitalismo
  • Necesidad de articular nuevas respuestas organizativas y políticas
  • Necesidad de actuación unitaria y fraternal
  • Compromiso de unidad sin sectarismos
  • Ideario republicano
  • Creación de un contrapoder contra el neoliberalismo, una gran cruzada contra la banca, un proyecto político de nuevo tipo
  • Tareas requeridas: Convergencia; principio y propuestas comunes que unan; nuevas formas de organización que favorezcan la concentración de esfuerzos; romper el silencio


Armando Fernández Steinko, profesor de Sociología de la Universidad Complutense, miembro del Consejo Científico de ATTAC, miembro de Socialismo21 (ver http://es.paperblog.com/socialismo-21-y-el-llamamiento-a-la-convergencia-ciudadana-421226/), expresó que el llamamiento es la formulación de un espacio de consenso buscando el máximo común denominador, destancando como objetivos de las mesas:

  • Concurrencia en la razón de ser de este proyecto común
  • difundir el espítu de llamamiento
  • Unir, plantear sinergias, plantear acciones
  • Actuaciones también en las redes
  • Obtener conclusiones. ¡Ningún espacio sin una mesa!


Otras intervenciones:

Tomás Rodriguez Villasante, Sociologo, experto en Democracia Participativa

Pablo Iglesias

Carmen Castro, Cristina Castellanos y Maria Pazos, de la PPIINA (Plataforma por Permisos Iguales e Intrasferibles de Nacimiento y Adopción).

José Manuel Naredo

Tirado

Cayo Lara

Jose Coy (Movimientos Sociales de Murcia)

Eligio Hernández, ex fiscal general del Estado


Destaco por su fuerza expresiva y su humanidad el video con la intervención del murciano José Coy: