Ha sido un puente casi veraniego este de todos los santos, puente en Extremadura y en Andalucía pero no en Madrid, en el que planeamos ir a la Serranía de Cuenca, y así lo hicimos y fue bonito, está tan a mano y tiene tanto que ver y que recorrer que habrá de convertirse en destino de próximas salidas, esta vez en lugar de ir por el rápido camino de Tarancón fuimos hasta Cervera y Olivares del Júcar para ir remontando el río Júcar, cuyas alamedas son un estallido de colores amarillos y ocres en esta época otoñal, al que haga esta ruta recomendamos que llegando a Cuenca no la circunvale que es una vuelta idiota sino que la atraviese para proseguir hacia Tragacete y Ciudad Encantada, pero mejor saliendo también por la hoz del Júcar por el camino de San Isidro que luego tendrá tiempo antes de llegar a Valdecabras de recomponer el camino si es que va dirección Villalba de la Sierra, que bonito es este camino, tanto que hay que repetirlo a la vuelta, pronto se llega a esta pequeña ciudad que tiene en lo gastronómico cosas muy interesantes descubiertas en un breve recorrido como son la pastelería panadería para pillar pastas perrunillas y pan de horno de leña y la magnifica tienda carnicería Araceli, tienda de interés regional de productos de la zona donde se puede comprar tanto el cordero como el cerdo al natural y en forma de embutidos y productos de caza como chorizos de ciervo, probamos chuletas de cordero y morcillas y longanizas de cerdo preparados a la brasa en Majadas, no queda mas remedio que señalar que seguramente por culpa del Plan E el alcalde de Villalba ha puesto en marcha un proyecto de modernización de la plaza del pueblo que a simple vista ahora que está a medio construir resulta urbanísticamente idiota, y es que en una plaza pequeña rodeado de casas antiguas pone como si fuera un gallardón cualquiera montones de chirimbolos de piedra que asemejan muros corridos y obstáculos pétreos por donde parece que correrá agua en canalillos y saltos y es cosa tan fea y es tal el despropósito que todos los vecinos han puesto pancartas como sábanas pidiendo que no construyan ese engendro, que fuera los muros, que esto lo hacen por salvar la plaza y no por cosa política, y él sin cejar porque las obras están a tope, será que es cabezón o que el descrédito le puede costar el cargo, pueblo para repostar y proseguir el camino que sube y da cien vueltas hasta el altiplano, hacia Majadas donde antaño había solo majadas hoy creció un pueblo de muchas casas rurales y restaurantes a la espera de turistas porque ellos tienen allí cerca una segunda ciudad encantada pero mas agreste y solitaria, que es Los Callejones, caminos entre altas piedras recortadas con formas imposibles, caprichosas, escultura en roca caliza, vayan y vean, en Majadas ocupamos las casas rurales las Cerrás a las que hay que referirse porque son buen sitio, buen gusto y buen trato, ofrecen al colectivo la joya del alojamiento que es en moderno como una antigua cuadra con un fuego barbacoa al fondo, decoración rústica con exceso de cuernos para algún gusto, aperos para cocinar y una gran mesa para comer todos juntos con sillitas de esas que utilizaban en los pueblos para tomar el fresco a la puerta de las casas, chorizos y chuletas a la brasa, mucho vino, droga para los de la urbe, bueno, bueno, como echamos en falta a los que no fueron, ya deambulando por el pueblo que cuenta con pequeña antigua ermita y rollo o picota ya tomando unos vinos en un bar próximo a la Iglesia que celebra en el día antes de todos los Santos el halloween de pueblo con decoración profusamente tenebrosa y se prepara para una jornada micológica para el día siguiente, todo preludio de la primera excursión que fue desde Majadas hasta Uña incorporando el recorrido de los Callejones, la primera parte por el borde superior del cortado que va profundizando a mediada que el Barranco del Molinillo que sale de Majadas se ahonda camino de la hoz del Júcar, mejor ir por el sendero que parte de los Callejones que por el Camino de la Zarza que se junta mas adelante porque se pierden vistas al barranco, luego se llega a los Miradores zona donde hay acceso para coches y por tanto único punto concurrido de la ruta, se entiende el sitio tiene unas vistas increíbles hacia lo hondo de la hoz del Júcar, con trescientos metros de desnivel a pico pabajo y los buitres flipando a otros trescientos metros parriba, y al fondo un puente colgante construido para que el canal de la Toba pueda salvar este barranco, puente de unos doscientos metros en dos alturas que no extrañaría verlo en Lisboa, pero aquí en medio de la sierra es cosa de ver, un poco mas allá de los Miradores se inicia un camino de bajada, el único que existe hasta la Raya de Uña, que parece al principio que va despeñado pero luego es hasta amigable y sin duda la parte mas hermosa de todo el recorrido, es la zona que llaman Peñas de Tío Cogote y el arroyo que por allí baja el de Riofrío, es el camino en esta zona PR y también GR, no se entienden los carteles de la Junta Castilla la Mancha prohibiendo el acceso a estos caminos, salvo para personal autorizado, prohibición que no atendimos, estaría bueno después de llegar allí, habría que citar del resto del recorrido por camino próximo al canal de la Toba, senda bordeada de murallones como los de la película de la diligencia, el paso por el arroyo de la madera lugar propicio para la comida como así fue sobre todo porque dicho arroyo en diez minutos cortos deja el vino en su punto, y que la comida se hace bajo un risco altísimo que se llama también La Asomadilla, y también la llegada a la Laguna de Uña, cosa tan bonita en Otoño que ya de por si merece otra excursión rodeándola, subiendo a los cortaos por la Raya y bajando por los Escalerones, tiene la laguna el pueblo chiquito al lado y un par de baretos que ponen buen refrigerio para los marchadores, la tarde se echaba, la vuelta en coche permitía volver a seguir visualmente el recorrido del canal de la Toba hasta su despeñadero eléctrico justo enfrente del agujero pétreo que llaman ojo del diablo, sitio fijo de las rutas turísticas en donde puedes abrazado a tu mochila dejar que un colega te haga una foto, y seguir otra vez por Villalba camino de Majadas, esta vez tras unos aperitivos poco vegetarianos nos preparamos un potaje de garbanzos cuya elaboración fue cuidadosa porque hubo días antes que desalar bien el bacalao y llevar espinacas, pimentón y demás ingredientes que este plato requiere y merece, y así y con risas y vinos fuimos pasando el resto de la jornada, que la siguiente prometía ser buena, habíamos previsto hacer una marcha por las hoces del río Escabas, saliendo de Majadas por un recorrido que en sí mismo ya merece la pena porque se dirige hacia el parque natural del Hosquillo que deja a la izquierda, baja por el barranco del Abriguillo hasta el río Escabas, luego continúa río abajo y todo ello es precioso pena las zonas quemadas de los últimos incendios, hasta llegar a la altura de Fuentescusa, un poco mas allá, donde la carretera se aproxima al río un par de cortos túneles es el punto de arranque de una marcha que se puede hacer por las hoces del río y que precisa vadearlo en varias ocasiones, se puede hacer digo porque no la pudimos hacer, resulta que tras el primer vadeo, algunos descalzos, otros por las piedras, nadie sin caerse, e iniciar el recorrido por una senda pegada al río oímos tiros y nuestra alarma se confirmó cuando encontramos en la misma senda a un cazador , espécimen armado con rifle y mira telescópica que nos dijo que yo que tu que seguiría ello por la presencia de otros treinta cazadores a lo largo de los tres siguientes kilómetros que apostados a diferentes alturas estaban prestos seguramente a soltar un par de tiros a cualquier jabalí o excursionista de aspecto mas o menos parecido, sino éramos presa de la jaurías de perros ya soltados. Aquella ruta también es un PR. Atendimos las sugerencias del cazador, quien en el encuentro no desmontó el arma para ser mas convincente, y volvimos por nuestros pasos con la idea inicial de ir a hacer una protesta al Alcalde de Fuentescusa por dejar hacer una cacería en una ruta pública, pero luego desistimos pensando que lo mas probable es que estuviera en la misma cacería, mejor era elegir otra ruta y eso hicimos yendo mas allá hasta Puente de Vadillo por el Rio Guadiela hasta un pantano y presa de este río, los que volvían el domingo continuaron ruta sin volver a Majadas, donde si volvimos los que proseguíamos al día siguiente esta vez para disfrutar del entorno de Cuenca yendo por la otra hoz, la del río Huecar, que puede hacerse saliendo del castillo y yendo por el borde superior del cortado por carretera que va hasta el fondo de la hoz, desde donde se puede volver por el fondo del valle, y de este recorrido no os digo nada para no excederme en calificativos, así es, podéis ver las fotos, claro que si hacéis esta marcha hay que hacer al principio una visita al magnífico museo de Antonio Pérez, que está allí mismo en un antiguo convento de carmelitas, desde cuyo patio – claustro se ven las mejores vistas sobre la hoz, y valga como despedida un reparo porque no todo el campo es orégano ni todo el monte es foresta, por todo lo recorrido los pinos están comiditos de nidos de oruga, y de eso ya hace años, cada vez la cosa va a peor y parece que las autoridades de la Junta no están por la labor de fumigar o lo que sea, ya se puede ver como muchísimos pinos tienen las puntas resecas y como muertas de tanto ataque y el caminante corre riesgo de recibir en cualquier momento una lluvia de orugas, por el suelo se ven las procesiones y eso que estamos ya en otoño y antes o después te rozas con sus huellas y vuelves lleno de granos, y no hemos querido pasar por las zonas quemadas que debe ser una pena, da pie a lanzar infundios como lo que nos contaba un prohombre de Majadas que nos aseguró que el gran incendio de este verano en la zona de Uña lo dejaron hacerse grande, que no lo quisieron apagar a tiempo, que él con gente de la zona lo habrían apagado si los hubieran dejado, pero debe haber muchos intereses, ahora la madera quemada la están sacando a tres euros el metro cúbico y antes estaba a diecinueve, mucho pino, mucho pino
