domingo, 3 de febrero de 2008

Cine recomendado: Cuatro meses, tres semanas, dos días




En el documento de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española “Ante Las Elecciones Generales 2008”, punto 6, figura el párrafo:
“Es preciso afrontar - señala el Papa - con determinación y claridad de propósitos,el peligro de opciones políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano, en particular con respecto a la defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, y a la promoción de la familia fundada en el matrimonio, evitando introducir en el ordenamiento público otras formas de unión que contribuirían a desestabilizarla, oscureciendo su carácter peculiar y su insustituible función social”. La legislación debe proteger al matrimonio, empezando por reconocerlo en su ser propio y específico”

Con un párrafo quieren invalidar de una tacada las opciones políticas que promueven derechos como la despenalización del aborto, la libre creación de matrimonios homosexuales, y la eutanasia o posibilidad de elección de una muerte digna. Con un simple párrafo y basándose en lo que llaman “principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano”, principios elegidos y puestos en juego a su conveniencia doctrinal y política. Eso dice esta jerarquía eclesiástica española, jerarcas de una Iglesia que se olvidó históricamente de sus principios cuando se alejó de los evangélicos y se alió con los poderes temporales.

Y dan soporte doctrinario y alientan la intransigencia y el fundamentalismo de quienes están dispuestos a la denuncia y persecución de aquellos que no comulgan con sus “principios”. Con el tema del aborto, denunciando a las clínicas por supuestas prácticas ilegales y creando, en boca de un personaje estúpido, la ficción estúpida de que se llevan a los niños de siete meses a las trituradoras.

Y la realidad prosigue, tan dura e implacable en este caso para las mujeres que tienen que abortar, por necesidad o porque lo eligen libremente.

Después de la ofensiva de todos estos fanáticos, bajo el amparo y protección ideológica del PP y de la Iglesia, con el miedo de las clínicas y de los profesionales de por medio, las mujeres españolas tienen que ir ahora a abortar fuera de España, como con la dictadura franquista. No se les ocurre mirar cuanto daño hacen y cuales son las dimensiones del mal que hay que mitigar.

Merece la pena mirar los datos de abortos en España:
Cifra oficial de abortos que se practican anualmente en España (2006): 100.000
En los primeros tres meses de embarazo: el 90%
En la sanidad pública: 3%
En clínicas privadas: 97%
Con 19 años o menos: 12,5%
De 20 a 24 años:18,5%
De 25 a 29 años: 14,4 %
De 30 a 34 años: 10,1 %
De 35 a 39 años: 7,3 %
Mas de 40 años: 3%
Comunidades autonómicas con mayor número de abortos en relación a la población: Madrid, Baleares, Cataluña, Murcia, Aragón y Valencia.


En muchos otros sitios el mal ha sido y es también inmenso.

Actualmente se está proyectando en las pantallas madrileñas la cinta rumana “Cuatro meses, tres semanas, dos días”, dirigida por Cristian Mungiu. Un aspecto importante de esta película es el tema del aborto y las graves consecuencias de las políticas erróneas sobre este gran drama humano. La película va también de la amistad, la solidaridad, y de una etapa de la historia de Rumanía llena de horrores. Así que aunque dura es altamente recomendable, por su enorme calidad cinematográfica y documental. Sobre todo como antídoto para sobrellevar las campañas mediáticas a que nos someten la derecha y el clero. Muy recomendable también para los monseñores.

Ver la crítica de El Pais http://212.80.177.254/articulo/semana/Viaje/tiempo/miedo/elpepuculbab/20080119elpbabese_3/Tes/

En esta cítica se comenta entre otras cosas que según la profesora de la Universidad de Berkeley Gail Kligman, autora del único libro sobre las consecuencias de la prohibición del aborto bajo Ceausescu, Politics of duplicity, se calcula que al menos 10.000 mujeres murieron como consecuencia de esta política. Otras cifras hablan de 50.000 víctimas mortales.

Otra crítica interesante en Séptimo Vicio: http://www.septimovicio.com/criticon/25012008_cuatro_meses_tres_semanas_y_dos_dias_por_daniel_farriol/