viernes, 7 de mayo de 2010

Crónicas de la Crísis. El Lagarto de oro.




En estos tiempos de tanta incertidumbre, sobre todo económica, esta alusión dorada del título referido calmará las inquietudes de algunos o podrá darle alguna idea a otros. Se trata de una crónica escrita por un vecino sobre un suceso ya antiguo que se recoge en una edición reciente del diario puertollanense “La Comarca de Puertollano”, crónica que yo no he podido localizar en la versión digital y por tanto me refiero a ella de oídas. Cuenta este vecino que por los años cincuenta solía acudir a Puertollano, dentro o fuera de las fiestas, un charlatán que le llamaban El Larguirucho. Tal charlatán, que se hospedaba en la posada La Tercia, vendía entre otras cosas un ungüento de grandes propiedades que curaba todo y también la reuma, artritis, etc. Como de esos males había mucho, colocaba bien el producto y decía que estaba extraído del lagarto. En efecto al parecer compraba lagartos y compraba también el aceite de oliva en Almodovar. Los trozos de lagarto los maceraba en el aceite y después con el producto fabricaba el ungüento seguramente triturado, molido y espesado. No dice el relator si el ungüento era tan eficiente como decía el charlatán. De la materia prima principal, el lagarto, yo doy fe de que había muchos y de que se utilizaban para su caza perros que, aunque adiestrados para la caza del conejo, terminaban confundiendo el rastro de los conejos por los del lagarto y terminaban rastreando lagartos, cosa que cabreaba mucho a los cazadores que, o bien los mataban, a los perros, por equivocación tan grave, o bien se los daban a los cazadores de lagartos. Yo fui una vez, siendo un crío con una partida de cazadores de lagartos por el Valle de Alcudia, donde había muchísimos. El propósito era, ni mas ni menos, que coger lagartos para comer. Y en efecto, prepararon un caldero de lagartos con patatas que recuerdo como uno de los platos mas exquisitos que yo he probado, carne fina la del lomo del lagarto.

Pero volviendo a la narración que comentaba, escuchó uno de Puertollano que le llamaban El Tabardillo, hijo de La Tabardilla que vivía en la carretera de Asdrubal enfrente de los Talleres de Fundición La Moderna, escuchó, digo, que El Larguirucho daba un duro por cada lagarto, y sabiendo de oídas que había mujeres que decían que se habían asustado en el Cementerio por haber visto un lagarto muy grande, pidió a un tío suyo un perro que cazaba lagartos y se fue al Cementerio. Allí le pidió permiso al Guarda para cazar el lagarto que decían las mujeres que habían visto, lo que confirmo el Guarda y además le dijo que si lo cazaba le daba otro duro. Nada mas entrar el perro, que debía ser bueno, pilló el rastro que le condujo hasta el osario, y allí escarbó hasta que alcanzó a ver la cola del lagarto, después hostigado por el perro le clavó con el pincho en la cabeza.

Aquel lagarto le trajo suerte al Tabardillo, porque aparte del duro del Guarda y el del Charlatán, obtuvo hasta quinientas pesetas por la venta del oro y joyas que el lagarto tenía en la barriga. No se sabe muy bien qué había, pero desde luego había anillos y dientes de oro que el lagarto atrapaba de los difuntos ricos y que se tragaba por el esplendor del oro o puede que los engullera con su carnívora comida.

Que es cierta la historia lo demuestra el que el Tabardillo hizo ostentación de dinero y de hecho invitó al relator a una de las casetas tradicionales de Feria donde se servía vino de Cariñena. Por cierto que aún siguen llegando a la Feria la caseta de Cariñena con ese muñecote sobre una gran cuba que suelta un chorro de vino, que seguro que habrá propiciado mas de una historia de lagartos dorados.

jueves, 6 de mayo de 2010

Crónicas de la crisis: Benito y su mochila


Benito, ex carnicero, jubilado, fue el vendedor mas famoso de corderos del Valle de Alcudia, corderos por cuartos a buen precio y buena calidad. Ha puesto su popularidad al servicio de una cadena local de televisión. Como en el famoso programa de Labordeta “Un país en la mochila”, Benito hace lo mismo informando sobre los entornos manchegos de Puertollano que el recorre con su mochila. Y lo hace muy bien y resultan programas interesantes. El programa que yo he visto es de ahora, primeros de mayo y cuenta como se hace una romería al río Tirteafuera donde se produce un encuentro entre los vecinos del mismo pueblo de Tirteafuera y los de Villamayor de Calatrava. El motivo del encuentro es a su vez el del encuentro en medio del río de los santos patrones respectivos, San José por parte de Tirteafuera y la Virgen del Rosario de Villamayor. A ambos los llevan en andas desde sus sendos pueblos y ermitas, estando mas cerca el de Tirteafuera y mas lejos, a unos 10 km. el de Villamayor y el encuentro se produce en medio del río. Un inciso para decir que este año por las abundantes lluvias el río lleva bastante agua que alcanza hasta los rodillas de los romeros y romeras, que es río generalmente de escasas aguas, seco en verano y con cieno siempre. Antes de pasar para que se produzca el encuentro hay vivas y cohetes, y en el instante del encuentro la enorme emoción se resuelve mediante la interpretación por una banda del chunda chunda del himno nacional que el personal escucha en silencio fervoroso y los que transportan las imágenes con acompasados pasos laterales. Luego de los aplausos se llevan a la Virgen y San José a la ermita de este último para que disfruten del encuentro hasta que al final de la tarde, en que los paisanos de Villamayor se llevarán de nuevo a su patrona por camino de vides y olivos. La romería tiene mayor éxito porque los de Tirteafuera son generosos en limonadas y aperitivos y a los de Villamayor les va la marcha.