lunes, 12 de noviembre de 2007

Viaje a Turquía, destino Capadocia


Noviembre 2007

Una oferta del Círculo de Lectores nos ha animado a ir a Turquía. En el transcurso del Viaje hemos apreciado que la oferta a tantos socios estaba soportada por una buena organización que permite el envío de miles de personas (1200 calculaba alguien en la operación Turquía, y otros tantos en la operación Egipto). Varios aviones diarios, una flota de autobuses con la marca del Círculo para el transporte en Turquía y una red de buenos hoteles contratados, guías hablando el español que acompañan durante toda la estancia, todo ello funcionando de forma bastante satisfactoria.

Todos los que vamos somos ¡lectores! del Circulo, lo cual presupone un nivel cultural medio importante, que efectivamente en ocasiones se manifiesta, comparado con lo normal de otras excursiones de grupos. La oferta-regalo del Círculo (muy atractiva económicamente, mas aún considerando la calidad de los servicios ofrecidos) se dirige a sus clientes mas antiguos, pero se sospecha que mas que un premio a sus lectores se trata de una operación de lanzamiento del Círculo como Agencia de Viaje, que utiliza la amplia base de sus clientes, o una gran operación de marketing.

Turquía es un país interesantísimo que merece mas de una visita y siempre vuelve a sorprenderte y a maravillarte. Desde la última vez, encuentro un país enormemente cambiado, y con un desarrollo turístico importante, muy parecido a los países occidentales. Hemos conocido la zona sur, que llaman la Riviera turca (zona de Antalya), desde donde hemos viajado a la Capadocia.

En estas fechas el conflicto con los kurdos del PKK en las zonas fronterizas con Irak ha originado una escalada bélica con invasión de territorios irakíes por parte de los turcos, enfrentamientos y muertes de guerrilleros y soldados turcos. Ese panorama asusta a los turistas, pero a nosotros nos ha pillado con un viaje programado desde hace meses y pocos han anulado el viaje. Algún viajero comentaba que su hijo pequeño al escuchar acerca de la situación en Turquía exclamaba entusiasmado: “¡Mi papá se va a la guerra!”.

Al viajar por Turquía se observan por ciudades y campos que cuelgan miles de banderas. La bandera turca consiste en una luna y una estrella blanca sobre fondo rojo. Procede de los estandartes de la época otomana. Nuestro guía da la siguiente explicación: "En una batalla en la epoca otomana, cayeron algunos soldados muertos por la patria y se formo un charco de sangre. Y un soldado al morir contempló la luna en el cielo con una estrella cercana a la luna reflejadas ambas sobre su propia sangre". Su presencia masiva se debe a varias razones, una que hace unos días ha sido la fiesta nacional, otra que se exalta la guerra turca contra los kurdos, y otra que posiblemente el sector gubernamental se apropia de la bandera como símbolo contra la oposición islamista radical.

De este viaje yo destacaría las siguientes nuevas impresiones:

1. La ciudad y las costas de Antalya, con sus acantilados y con el lujo de un río que termina desembocando al mar en catarata. Todo ello con el decorado de las montañas del Tauro inmediatamente detrás.

2. La ciudad romana de Pergue, con toda la magia de una ciudad completa (teatro, circo, grandes calles, termas), todo en ruinas pero hermosísimo.

3. La ciudad romana de Aspendo con un anfiteatro inmenso bien conservado.

4. El Museo Arqueológico de Antalya enriquecido con piezas desde el Neolítico, pasando por hititas, persas, griegas, romanas, bizantinas, otomanas, etc., entre las que yo destacaría las estatuas del anfiteatro de Pergue y las tumbas mausoleos romanos riquísimos en escultura en relieve.

5. La cadena montañosa del Tauro que hay que atravesar para ir desde la costa a Konya camino de la Capadocia. Pinos, abetos, y abundantes robles dan una bella coloración en esta época. En la subida iluminados con un sol casi primaveral; y a la vuelta entre diluvios que después terminarían en nevada, que ya divisamos adornando las cumbres.

6. La ciudad de Konya, una de las mas antiguas de Turquía, desde donde empezaron la conquista completa de Anatolia y Bizancio los selyúcidas, ciudad cuna del sufismo y de la orden de los derviches giróvagos creada por por Mevlana, con un mausoleo dedicado a éste absolutamente impresionante y una mezquita en la ciudadela, recién abierta después de muchos años de rehabilitación para sujetar sus columnas torcidas.

7. La meseta de Anatolia desde Konya hasta Capadocia siguiendo la Ruta de la Seda, altiplano semidesértico. En la ida un cielo plomizo y neblina gris amenazante; en la vuelta lluvias y cielo negruzco amenazando nieves que después llegan. En medio días espléndidos mientras visitamos Capadocia. Y en la ruta los palacios de caravanas, de los tiempos en que se atravesaba la zona a camello.

8. En la Capadocia por no hablar de las maravillas de valles mágicos, de ciudades subterráneas y de iglesias excavadas en la toba volcánica, citar el prodigio de una noche de fiesta turca con danzantes de la Anatolia oriental y una bailarina cuya vientre espléndido danzaba con la dulzura y sensualidad de las sultanas.

9. Y citar con admiración la danza de los derviches en una cueva escavada en toba, danza para turistas, pero absolutamente digna con una gran calidad musical, vocal y escénica. Y enormemente emocionante si se quiere entrar en sus significados hondos.

10. Y el lujo de contar con un guía muy especial.

Nuestro Guía: Mehmet
Turco, musulmán profundo, prácticamente nuestra única referencia humana en este viaje de lo que es Turquía. Nos ha producido una honda y grata impresión.

Mehmet está en los 50. Bien parecido, luce pelo blanco, tiene un estar reposado y solemne. Su voz cálida y pausada. Cuando habla, en un castellano aún imperfecto, sabe utilizar las expresiones con los silencios y una amplia sonrisa, poniendo en juego una cierta capacidad de seducción. Sabe elegir las mejores secretarias.

Desde el primer momento manifestó su calidad de buen líder o conductor de grupos. Quería que nos sintiéramos en Turquía. Así empezó por enseñarnos saludos y frases coloquiales en turco y como es bien difícil insistió durante toda la semana, como si fuera maestro de escuela, juego en el que fuimos entrando todos, con cierto éxito. Su esfuerzo me pareció que iba dirigido mas a conseguir comportamientos educados (de buena educación turca) en nuestro trato superficial con la gente, que simplemente a aprender un poco del idioma, y de paso a engancharnos como grupo. Así nos decía que el conductor, turco que solo hablaba turco, estaría mas contento si le saludábamos, cada vez que salíamos o entrábamos en el autobús con el saludo, que por cierto es árabe, “Selamun aleycum” y el nos contestaba “aleycum selam”. En otro momento nos contó sobre la costumbre de ofrecer colonia a los invitados o visitantes en ciertos momentos (p.e. al llegar a casa una visita, etc) y como debía de frotarse la colonia en las manos para trasladar el buen olor a la cara, al pelo, etc. Compró un frasco de colonia y transformó en un ritual el comienzo de cada etapa del viaje, ofreciendo la colonia y exigiéndonos que agradeciéramos el presente en turco: "gracias" “tesekür ederim”, y "de nada" “bisey deil”.

Aparte de describir monumentos y zonas visitadas, durante los viajes en el autobús hacía un verdadero esfuerzo por ir llenando el tiempo. Pero en muchas ocasiones ciertas situaciones suscitaban comentarios sobre la religión y culto musulmán, cosa que hacía con buen tino para irlo haciendo interesante a todos aunque fuéramos ajenos a dichas creencias y prácticas. En sus relatos abundaron cuentos-chistes de Hodja (Nasruddin), todos ellos de humor refinado y un poco filosóficos.

Nos contó que fue militar marino pero lo dejó hacía tiempo, decisión en la que tuvo que ver el despertar de un sentimiento religioso fuerte y al tiempo una reacción crítica contra un régimen que practicó ciertas formas de persecución religiosa a los creyentes musulmanes. Conoció a través de un maestro las enseñanzas de Bediuzzaman Said Nursi, autor de la colección de Risale-I Nur, comentario de seis mil páginas sobre el Qur’an. (Said Nursi es considerado el sabio elegido por Allah para la interpratacion del Coran para la gente de ese siglo bajo la inspiracion de Allah. Said Nursi que vivió en el siglo XIX y XX fue pues el Ultimo Sabio İnspirado - Elegido). Se dice que gracias a él se mantiene la religión musulmana en Turquía.
Sus escritos están en forma de metáforas, comparaciones e historias para facilitar la comprensión y mostrar cómo racionales, apropiadas, bien fundadas y coherentes son las verdades del Islam.

Una biografía de este pensador turco puede encontrarse en http://www.islamicinformationservice.com/Biography.htm


Mehmet es traductor al español de algunos pasajes de Risale i Nur como “Palabras pequeñas” Ver http://www.risaleinur.com.tr/risaleler/spanish/index.htm).

Mehmet en tanto que investigador del pensamiento de Said Nursi y traductor de su obra al español ha impartido recientemente una Conferencia en el Centro de Estudios Islámicos (Granada) de título “Islam en Turquía. Reflexiones sobre la Turquía contemporánea a través del pensamiento de Said Nursi, estudioso e interprete del Corán y figura prominente en la revitalización del Islam contra el secularismo”.

Mehmet no solo es un estudioso. Pienso que quiere llevar a la gente sus ideas y convicciones religiosas. Y eso hace con los grupos de españoles de los que es guía. Y su voz clama como en el desierto ante tanto pagano como somos nosotros. No hacemos el esfuerzo de comprenderle. Pero dice cosas interesantes y profundas, como que hay que cuidar el alma tanto como el cuerpo. Dice que el alma tiene dieciocho mil sentimientos. Dice que un hombre bueno es el que no dice mentiras, va a buenos lugares, no se mezcla con mala gente, con gente que dice malas palabras. Las cosas buenas que se hacen se cuentan como méritos. El trata de ser un hombre bueno y dice que solo puede tener amigos que sean gente buena. Tiene un claro rechazo a muchas costumbres occidentales, y a algunas orientales. En un momento comenta sobre la armonía del mundo y de la sociedad si todos siguieran los mandatos de Allah y el Corán.

Mehmet nos ha ofrecido una verdadera sorpresa, que estaba fuera de programa. El día del largo viaje de vuelta de Capadocia nos ha llevado a un pequeño pueblo de la ruta y nos ha enseñado la casa de una familia turca, campesina y sencilla, amigos suyos. En esa casa nos han recibido a todos, cerca de treinta personas, con la amabilidad y cortesía de la buena gente turca que son hospitalarios y acogedores. Sentados y descalzos todos en la sala de la entrada, hemos tomado te y nos han presentado a su familia y a sus niños. Y nos han contestado a nuestras preguntas. Hay una anécdota turca que dice que la hospitalidad turca es tal que si no hay sitio en su casa te sentará encima de su propia cabeza. Seguramente esa experiencia colectiva ha sido lo mas valioso de nuestro viaje a Turquía, aparte de conocer a Mehmet.