domingo, 3 de enero de 2010

Por el Almorchón de Cieza


Se la teníamos jurada, lo íbamos a rodear, la íbamos a subir, la íbamos a vencer. Pero la montaña del Almorchón es una montaña mágica y por tanto invencible. Dejará que algún amante se suba a su loma, a su cumbre, y en la cumbre de su éxtasis gritará “te subí”, grito efímero, será desalojado inmediatamente y quedará sola, como un dragón durmiente, fascinando a sus paisanos de alrededor y a los que de lejos llegan queriendo subir por tus faldas.

Llevaba mirándola desde niño y ya iba siendo hora de subir a lo alto, ¡como no subirla teniéndola ahí desde siempre!, para poder sentirla suya del todo, para desde su cumbre devolver la mirada a lo lejos, a su casa, desde donde tantas veces la había divisado.

La empresa fue fallida, un acercamiento si, un requiebro, un ascender por sus faldas, un remontar casi a su seno, al pié de su cumbre erguida inalcanzable salvo para hombres araña, un esfuerzo de Sísifo para alcanzar la cumbre, un vaciamiento, casi un coitus interruptus.

Pero cerca del desdén, lejos del desaire, queda a la espera para un próximo amoroso y primaveral encuentro.

Un guarda del parque estuvo observándonos desde la base y jamás pensaría yo que pudiera, según dijo, confundirnos con escaladores, nosotros que apenas escalamos el balcón de Melibea, pero dimos el pego, y de nosotros pensó que por el camino que seguíamos imposible que llegáramos a la cumbre, que era sitio mas bien para enriscarse, aunque si seguíamos por allí sería por eso de que seríamos buenos escalando. Luego a la bajada le vimos y le preguntamos si el sabía y nos dijo eso de antes, y que realmente no sabía bien porque él nunca había subido, ni subía mucha gente porque los de allí dicen que no hay caminos y que está todo lleno de cantos que ruedan. Desde luego hay que destacar que cuando nos vio no dejó de sorprenderse que hubiéramos subido allí, no es para menos, porque de lejos parecemos escaladores, pero de cerca ni siquiera montañeros.

De todas formas, no es de recibo que no haya información y descripción de rutas de ascenso. Se ve que como son peligrosas lo mejor es que no suba nadie, y el que suba allá él si sube, y si es capaz de encontrar la ruta de subida. Porque o sabes desde donde se inician o puedes pasarte el día intentando encontrarlas. ¿No sería mejor informar de las rutas y avisar de sus peligros?

En el Almorchón hay dos caras la norte (realmente suroeste – noreste) y la sur, porque es montaña alargada, como la Sagra también como la quilla de un barco. Toda la cara sur es seca, sin árboles y con paredes de cientos de metros prácticamente verticales, sitio ideal para escaladores. La cara norte es húmeda, con abundantes pinares y con considerables pendientes de 40% o mas, pero se adivinan algunos posibles accesos a la cumbre. Si la rodeas vas descubriendo distintas y muy diferentes fachadas como si en una montaña hubiera muchas montañas.

De querer subir por sitio diferente a las vias de escalada de la cara sur, hay pocas opciones.

Se puede elegir subir por la cuerda que se inicia por el suroeste, donde hay que superar unos murallones iniciales bordeándolos por la derecha y luego seguir sin ruta bien definida la cuerda que avanza progresivamente hasta la cumbre y es la línea de menor pendiente. En Google Earth asustan las caídas que hay desde la cuerda hacia la cara sur.

Se puede subir desde una zona del suroeste, antes de llegar al punto desde donde comienza la cuerda, en un lugar donde hay unos hitos de piedra bien visibles, y acceder lateralmente por la falda hasta un lugar de ladera norte próximo a la caída de la cumbre secundaria, desde donde continúa la senda bien marcada por hitos hasta algún lugar indefinido de la cumbre.

También hay subidas para supermanes una desde Fuente Obispo y otra frente al carril de acceso en su intersección con el Camino de la Fuente de la Murta. Hay una circular muy guapa que es subir por esta última, escalar el pico del Almorchón, bajar por detrás y volver a la Fuente Obispo, eso en 4:25 horas a una media de 2,5 Km/hora. La podeis ver en wikilog.

Brindamos por la montaña mágica que no se dejó, porque nosotros no pudimos y porque volvimos de la peripecia mas salvos que sanos.

De que lo contado es cierto dejo pruebas en estos registros que aquí veis.

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?&id=676941