lunes, 12 de enero de 2009

De Diseño



Este barrio de Chueca no es nada práctico para la vida corriente la de encontrar las cosas ordinarias que se necesitan, en su lugar el barrio te ofrece cada vez mas y mas comercios y lugares a los que generalmente llaman de diseño. Si quedas a tomar unos vinos solo tienes vinotecas y pubes donde si pasas te clavan, te ponen una aceituna de aperitivo si cabe y vaya usted con dios, menos mal que aún quedan dos o tres bares de barrio como la de la calle colón o el de la calle gravina, esquina pelayo, que si bien alguien pudiera decir que están en la frontera de lo cutre a mi me parecen templos sagrados tal como está el mundo de pijo, y si se trata de cualquier cosa corriente como comprar alguna prenda normal de las de toda la vida, por ejemplo unos calcetines, ya no queda mas que una mercería que las otras son ahora boticas, la pequeñita que está en la esquina de Chueca con Augusto Figueroa, ofrecía para fin de año un abundante surtido de bragas y calzoncillos rojos a rebuscar en una gran caja de cartón, es lo que queda, nos convierten las panaderías, el pan nuestro de cada día, también en boticas de pan, donde venden pan de diseño, que no es mas que pan mas o menos bien hecho con muchos cereales y nueces, lo que hace que cuesten cinco veces mas, siempre te queda la tienda de barrio que ahora están todas en manos de los señores chinos, que no se puede decir que sean de diseño y que en lo que se refiere al pan ofrecen la barra, pistola, de plástico intemporal revenío, y si buscas cualquier clase de ropa, tienes al lado la calle fuencarral, la de mas comercios del mundo, donde no encontrarás absolutamente nada útil fuera de los artículos para gustos quinceañeros y asimilados, es también diseño, pero de segunda división, el de primera está por lista, supongo que igualmente inútil, y la oferta específica abundantísima de artículos, que según parece los llaman outlet, para gays y lesbianas, a lo mejor es el diseño mas útil para sus usuarios, una gran ola de diseño recorre este barrio lo transforma y los hace inhabitable salvo que te entregues vencido a estas modas y costumbres. Y si no encuentras nada pues te vas al final de la calle que está el corte ingles y allí te dan diseño y dos huevos duros mas, si al menos el diseño sirviera para que los munícipes se decidieran a eliminar el ruido que no cesa o los olores a meaos como los que inundan la calle san gregorio, en las proximidades de chueca, forzoso meadero de tanto visitante asiduo o esporádico al sierra y aledaños, tanta cerveza se bebe que el porcentaje correspondiente hay que evacuarlo, justo por la zona donde ha puesto un diseñador malagueño otro local de diseño digo que de ropas que ha puesto dentro de local un plinton antiguo de esos que nos hacen recordar los gimnasios de nuestra infancia cuando los profesores de educación física y de formación del espíritu nacional nos obligaban a saltar o a golpearnos la cabeza en su caso, digo que el local estará muy bien con su diseño pero no entiendo que hayan puesto una chica maniquí ahorcada en el escaparate que es con la que ilustra esta página, no entiendo el argumento de venta ni el silencio de las corderas, será una preparación sofrónica para aceptar que una chaqueta de diseño cueste 27o euros. Todo lo cual no impide que este barrio nos sea tan querido como si en él hubiéramos nacido, de los que quedarán bien pocos, algunos se quejan amargamente del barrio que se cierra, se oyen en los puestos de la compra del mercado de barceló tambien amenazado de inminente conversión en un mercado-superficie-aparcamiento-pisos todo de dieño también. Uno se acuerda de un paseo del día de la nieve como el blanco manto tapaba tantas inmundicias y agravios del barrio y resurgía una imagen limpia quizá de otros tiempos sin diseño. Un precioso chiquillo chino en la puerta de la tienda de sus padres de la calle san bartolomé ponía su cabeza totalmente hacia atrás, abría a tope su boca y sacaba todo lo que podía su lengua y se movía de aquí para allá intentando que los copos de nieve cayeran en su boca. Los casi únicos niños chinos de Chueca es lo mas entrañable que ofrece este barrio sufriente del diseño.

miércoles, 7 de enero de 2009

Revolcadores, caldereta y nochevieja



Los días y noche de fin de año se pueden pasar de muchas formas, como la tradicional de las uvas, del maratón televisivo, o del cotillón, todas nefastas, tanto por la noche en si como por el cuerpo que se queda para el día siguiente. Yo propongo que la del año que viene la hagáis mas o menos como la que comento a continuación que es como la hemos pasado en el año de gracia de 2008.

Con indumentaria montañera tomamos el tren de la mañana del día 30 que cómodamente, a tren casi vacío, y sin atascos nos llevó en menos que se lee El Público a Calasparra, en cuyo apeadero nos esperaban nuestros amigos. Nos acercamos a Caravaca que en una mañana soleada se ofrecía para una visita a su casco histórico y a su castillo, ajenos a las multitudes de visitantes de otras épocas. En una pastelería intentamos comprar “toñas” pero de tan exquisitas que son ya solo se pillan de encargo. Las toñas son un bollo tarta que en Caravaca hacen con rellenos diversos y adornos de nueces. En su lugar probamos otros dulces almendrados. Desde el castillo de Caravaca creímos observar a lo lejos el perfil de Revolcadores, pico mas alto de Murcia y del Levante, destino de la marcha prevista para el día 31.

En las primeras laderas de las sierras que bordean Bullas y en la casa Asomadilla nos íbamos a alojar acogidos por los mejores anfitriones. Un largo paseo para soltar piernas nos llevó por senderos y barrancos del entorno lleno de pinos, quejigos, y un monte repleto de romero y tomillo que ya en diciembre empieza a florecer. Resultó curioso ver al final de un barranco lo que me pareció una trampa de jabalíes porque sobre el suelo estaba extendida una gran carga de almendras pelonas partidas y un tambor fabricado con un gran tubo de peuvecé agujereado que rodaba sobre dos rodillos de madera, atado con cadena al suelo, de manera que al rodar soltaba algunos granos de maíz desde su interior, todo ello entiendo para atraer a los guarros al punto donde pueden ser acribillados a tiros. Al atardecer iniciamos la elaboración de una caldereta de cordero que sería uno de los platos de la nochevieja. Fue la caldereta, cocinada al fuego bajo de chimenea donde prendieron leños de albaricoqueros, el motivo de una larga velada donde se mezcló la amable conversación con el trajín de cocinar y la degustación de unos blancos de la Cooperativa del Rosario de Bullas con simples aperitivos como un poco de jamón y habas de Cehegín. La caldereta es un plato importante. Siempre ha tenido, y en esta ocasión seguramente mas por como fue cocinada, éxito sobrado. Por si a alguien le interesa os pongo mas abajo la receta, guiso de pastores con cordero pascual, todo lo cual suena muy navideño.

El día 31, último del año, amaneció con niebla baja y hasta lluvia. Parecía que nuestro proyecto montañero se iba al traste, pero nos animamos a ir a ver que pasaba, y pasó que a medida que avanzábamos mas allá de Caravaca por la carretera que va hacia la Puebla de don Rodrigo, como subíamos por un altiplano las nubes quedaros bajas y salió un sol no muy animoso pero suficiente para considerar el día incluso bueno y no demasiado frió. Así que nos fuimos a Cañada de la Cruz para hacer la subida a Revolcadores. Empezamos tarde, once y cuarto, pero con tiempo suficiente porque es una excursión de unas cinco horas contando con el tiempo de comida

La subida desde Cañada de la Cruz se efectúa por un barranco situado a la derecha del pueblo que te lleva prácticamente hasta la cumbre. Aunque nevó en las semanas previas, en estas fechas la nieve se había retirado y solo la encontramos en la cumbre. Se pasa por el Cortijo del Palomar actualmente corrales y cobijo de ovejas, cuyo nombre se debe a una alta torre que parece fortaleza pero es palomar. Luego se sigue siempre el Barranco de las Zanjas hasta llegar prácticamente a las proximidades de la cumbre Revolcadores. Todos lo que describen esta ruta la califican de sencilla sin considerar que hay un par de desniveles a trepar lo que se puede hacer con un poco de habilidad o bien empujados por el culo por el compañero que te sigue o bien tirados por una cuerda como se saca un cubo de un pozo por el compañero que te antecede, pero que en ningún caso desanima a gente como nosotros, caminantes tranquilos. Antes de la cumbre de Revolcadores tuvimos casi una deserción por el frio pelón que hacía, pero superada la indecisión subimos, disfrutamos con las vista, entre otras la del impresionante macizo nevado de la Sagra, comimos en lugar abrigado nuestro frugal almuerzo acompañado con un crianza de 2005 Las Reñas denominación de origen Bullas.

De vuelta a Cañada de la Cruz en la hora de la sobremesa en el bar del pueblo se respiraba el ambiente de prenochevieja por la fuerte concurrencia copa en mano y aperitivos libres sobre la barra de mantecados, polvorones, alfajores, etc. Se consideró pero fue abandonada la idea de pasar por los baños de Mulas para relajarnos de la marcha, sin duda hubiera supuesto un exceso de relajo incompatible con una noche de nochevieja anunciada con mucho baile.

La nochevieja fue una fiesta con muchos asistentes de varias generaciones, unos de Bullas, otros de la capital, gentes de familias bellísimas, cariñosos y tan alegres como la noche se merecía. Del menú aparte de la caldereta de cordero, cuyas piernas vinieron de Segovia, habría que destacar una ensaladilla rusa-murciana de una cocinera magistral, el siempre estimable mojo murciano, unos postres de arroz con leche, aperitivos varios, pastas todas ricas en almendras y los vinos de Bullas. Tuvimos poco mas de doce segundos de televisión, los necesarios para participar en eso de las uvas. Y luego vino el baile con una selección cuidadosa de músicas que animó al baile a todos los presentes. Para que el ambiente fuera suficientemente cálido el fuego se entretuvo toda la noche con un grandísimo tronco que recibe el adecuado nombre de nocheviejo.

Y si el fin del año así festejado fuese complaciente se puede hacer una extensión festiva acercándose a la cálida costa mediterránea, por ejemplo por el Parque Natura del Cabo de Gata, en el que por estas fechas se puede estar de puertas afuera, mas paseos y marchas, algunas en bicicleta recorriendo la costa entre Almería y el Cabo de Gata propiamente dicho.

Conviene que el periplo culmine con vuelta a la capital en aeroplano, por lo de los atascos. En una hora estás de vuelta, obviamente sin atascos.

Feliz año nuevo.

Como en esta crónica se cita los vinos de Bullas degustados, todos excelentes, os remito a la interesante página

http://www.bodegasdelrosario.es/index_spa.html

No lo probamos pero se habló de un vino de esta cooperativa que se llama 3000 años, que debe ser superior.

 

CALDERETA DE CORDERO

Según cuenta mi viejo, esta forma de hacer la caldereta es la de los antiguos pastores del Valle de Alcudia, zona de abundantes rebaños de la trashumancia, quienes cocinaban de esta manera la carne de cordero cuando alguno se desgraciaba, o alguna oveja moría en el parto, etc.

 

CANTIDAD:

(5-6) personas.

 

INGREDIENTES:

1 Pierna de cordero de dos Kg. mínimo (Pedir deshuesada). (Válido cualquier carne de cordero, preferiblemente hecho).

150 gr. de asadura de cordero.

1 hoja de laurel.

10 ajos

Pimiento seco rojo o verde, si no hay rojo.

Pimienta (4 o 5)

Aceite (media tacita de café).

Perejil, sal, vino blanco.

 

ELABORACIÓN:

 

ü      Se trocea la carne en trozos normales.

ü      En una sartén, mas bien grande, se pone la carne y se cubre de agua, y se le echa el laurel, los ajos, el pimiento y un puñadito de sal.

ü      Se pone al fuego para que hierva. Interesa que hierba lentamente y bastante tiempo (más de 1/2 hora), para que la carne de su jugo. Una vez empiece a hervir, se va quitando quita la espuma que flote originada por la grasa/sebo.

ü      Se le echa el aceite crudo y se deja hervir.

ü      Se le añade un chorreón de vino (un vaso) para que coja sabor y se deja espesar.

ü      Se asa la asadura de cordero en una sartén o a la plancha.

ü      Se machaca en un almirez la asadura, las pimientas y un poco de perejil. Se echa este guiso en la caldereta una vez que esta haya cocido suficientemente. (10 minutos antes del final).