lunes, 27 de diciembre de 2010

Excesos gastronómicos navideños




No me gusta celebrar la Navidad. No comparto su sentido y contenido religioso y social. Me carga la pesada tradición de las celebraciones navideñas y me parece ridículo la exaltación de los valores de la familia en torno a esta fiesta. Pero ahí está y año tras año, de una forma u otra la celebramos. Mas que nada como fiesta en la que se reúnen los grupos familiares para hincharse de comer. Yo quiero destacar y ensalzar sus valores gastronómicos.


Solemos empezar la Navidad, sin anunciarlo así, con una Fiesta Invernal previa, esencialmente laica. Este año hemos celebrado nuestra Fiesta de Invierno, cuarta edición. Atendiendo al tema que nos ocupa, el exceso gastronómico fue, por el gran número de amigos, moderado en cantidad pero importante por su calidad. Preparamos como platos fuertes un caldero de migas manchegas y una caldereta de cordero. Fueron las migas plato extraordinario por lo buenas que salieron y porque ya son rareza gastronómica en Madrid. El pan se trajo del moreno de Brazatortas y no faltaron como acompañamiento los torreznillos fritos, los chorizos, los pimientos verdes y rojos fritos, las uvas, la asadura encebollada, todo ellos regado con vinos de Rioja y Cigales.


De lleno ya en la Navidad, en la noche de autos le pegamos al cordero y al colesterol y la proteína en general, teniendo que destacar por la calidad de los resultados, entre otros los siguientes platos:


  • Entrantes de Paletilla de jamón ibérico del Valle de los Pedroches (http://www.ibergour.com/es/jamon/jamon_los_pedroches.html) y queso manchego de oveja de la Finca del Consuelo de Villamayor de Calatrava, con algún langostino pescado en el mercado de Barceló
  • Paletilla de cordero de origen Valle de Alcudia asada a la sepulvedana en base de patata asada
  • Chuletillas de palo de cordero, del mismo origen, fritas en aceite aromatizado con múltiples ajos, que se incorporan a la fritura en el toque final para dorar las chuletas ya con poquito aceite y chorreón de vino
  • Dulces marroquíes, traídos desde Larache vía expres.



Comida excelente fue la de la tornaboda navideña, orquestada por mis primos franceses con las viandas traídas desde aquellas tierras para celebrar aquí lo que queremos celebrar aquí. El menú fue como sigue, en ese orden y de principio a fin:


  • Copa de champange de Champagne acompañado de foie
  • Cervelas de Lyon (salchichón trufado) cocido con patatas gallegas (http://en.wikipedia.org/wiki/Cervelat)
  • Vino Puelles de la rioja alavesa, crianza del 96.
  • Pollo de Bresse (http://www.pouletbresse.com/site/) asado con relleno de castañas, hígado de pollo, cebolla, nata y champiñon de París
  • Quesos varios: camembert de Normandie, Tome de Savoie (http://es.wikipedia.org/wiki/Tomme_de_Savoie), Roquefort, etc.
  • Manzanas asadas
  • Cafes y chocolates


Ahora toca ir al pueblo donde los excesos son de verdad. De aquí a que acabe estas pantagruélicas fiestas mas allá de Reyes, la ingesta se repetirá una y otra vez. Arrojaremos por la borda nuestra pretendida mesura y estoicismo y elevamos nuestro colesterol y peso hasta niveles inaguantables. Solo echaremos en falta un buen puro y un buen ...