viernes, 13 de febrero de 2009

Levitación en Callao

A los de provincias Madrid no deja de asombrarnos a la vuelta de cualquier esquina. Eso es lo que pasó el otro día cuando en Callao vi con sorpresa que en una acera de la esquina con Gran Vía había un tipo levitando con solo un toque mas que apoyo que era el de su mano en la pared cercana. La gente se arremolinaba y tomaba fotos. Había prensa y televisión cubriendo la sorpredente imagen. El tipo hablaba en inglés y respondía a las preguntas de los reporteros: ¿como lo consigue?, ¿cuanto tiempo puede levitar?, etc. Oí a una señora comentar que ella había visto como se subía y que era una cosa de electromagnetismo, porque llevaba una armadura debajo del traje. Aunque soy de pueblo, no era cuetión de permanecer allí como un bobo, así que seguí mi camino rumbo al centro comercial próximo para hacer las compras que me habían traído al centro de Madrid. 
Ocurrió que el espectáculo seguía a la salida y que tuve la suerte de que en ese momento el señor levitante diera por terminada su sesión. Los que estábamos allí vimos, yo con cierta desilusión otros con aplausos, que su levitación tenía truco. Me sentí idiota por pensar en algún momento que la solución pudiera ser magnética. Os doy una pista: era mecánica.
Tomando un vino en La Austriaca y comentando con un amigo el asombrosos experimento callejero, ya hubo algún parroquiano que se sabía de sobra el truco, que decía que lo había visto en otro sitio de Madrid y que había salido en la tele. Pero que lo que mas molaba era el caso de una rumana que levitaba en el Retiro con alas de angel y sin tocar nada con ninguna parte de su cuerpo. Ahí pensé que ese sí tenía una solución electromagnética.