viernes, 9 de mayo de 2008

Sierra del Castril. Cerro del Buitre




En estos días de primeros de mayo hemos subido los del club de los Grazalemos al Cerro del Buitre. Hemos sido 16 en la subida y, como no se perdió ninguno, los mismos en la bajada. La parte madrileña contaba esta vez con un refuerzo de montañera francesa meritoria en cabeza para tirar del grupo, así como una radióloga en cola para dar ánimo a los rezagados asmáticos. La parte sevillana aportaba una nueva montañera que ha sido un autentico lujo en todos los sentidos logísticos (y no logísticos).

Encontrar el punto de arranque de la ruta no fue fácil. Primero porque en las descripciones que aparecen en los folletos del Parque se dice que hay que coger un carril que sale a la derecha a 4 kilómetros de Castril, dirección Pozo Alcón. Habría que precisar que se trata de la carretera vieja, ahora bien arreglada y que sale de la carretera nueva a la derecha nada mas pasar la presa. Después porque la propia ruta al Cerro del Buitre no está indicada en el arranque del carril. Solamente hay un cartel del Parque.

Una vez que se toma el carril siempre con la duda de haberte perdido, acertar en los tres cruces que hay (uno a la derecha y los dos siguientes a la izquierda) no es fácil. Sobre todo, el último no es obvio porque el carril en buen estado sigue a la derecha y el correcto a coger, a la izquierda, está a partir de este punto en lamentable estado para coches bajos. Nuestra furgoneta de 9 plazas un poco alta daba la sensación de inestabilidad. Y dar la vuelta en un carril estrecho y despeñante para corregir un despiste daba mucho susto. Así que nos armamos de paciencia y subimos por el carril, por el llamado Barranco de los Quemados, hasta llegar al Cortijo de los Quemados que confundimos con el Cortijo del Laude. Hartos ya de carril, aparcamos los coches y subimos andando un poco mas de un kilómetro hasta un collado y explanada con un bello pico a la derecha, donde si vimos el cartel de la Ruta. Así que aparcamos para iniciar la marcha. El Cortijo del Laude, al que no hay que llegar, está aun un poco mas lejos bajando al siguiente barranco.

El inicio es confuso, pero una vez localizado, toda la ruta está muy bien señalizada y en gran parte enmarcada por lajas verticales de piedra.

A destacar de la ruta los pinos salgares y en el mes de mayo la floración espectacular de los piornales tipo erizo de la zona, tan abundantes que en floración azul turquesa convierte el campo en un espectacular cuadro impresionista de verdiazules.

La ruta acaba en un Collado alto donde hay un refugio para pastores, y desde el que se inicia la subida a la cumbre por una senda que va rodeándola.

La cumbre es una de las máximas cotas del Parque Natural de la Sierra del Castril: el Pico del Buitre (2020 m.). El Pico es de gran belleza y desde el mismo puede contemplarse un grandioso paisaje (Sierra de la Cabrilla, la Sagra, la de Orce y María, Sierra de Baza o Sierra Nevada).

No lejos de la cumbre degustamos el almuerzo rico y diverso, sin que faltara el vino con denominación de origen Somontano traído a estas sierras vía Sevilla.

Aunque la mayoría optó por volver por el mismo camino algunos lo hicimos por la variante circular que resultó ser mas bonito aún que la ida, un poco mas agreste y con una bajada muy interesante al arroyo del Barranco del Laude, que en estas fechas aún lleva agua. El tiempo ya caluroso reclamaba refrescarse con las aguas del arroyo.

Subiendo este último barranco puede verse el solitario Cortijo del Laude que disfruta de las aguas del arroyo y es sitio para quedarse. Al finalizar la subida estábamos arriba en el collado desde donde empezamos.

Todo lo cual os lo cuento para que con su recuerdo nos vengan las imágenes y gratas sensaciones de esa jornada montañera

miércoles, 7 de mayo de 2008

Por el Barranco de Túnez hacia El Empanadas



El Empanadas es una gran montaña y una cumbre de la Sierra del Castril. Con sus 2106 metros es una de las mayores alturas de esa Sierra y de las colindantes (Sierra de Cazorla, Segura y Villas). Forma parte del Parque Natural de la Sierra del Castril.

El Empanadas está al fondo de un gran barranco llamado Barranco de de Túnez al que no se accede con facilidad porque aunque por el baja un arroyo, este se ahonda en una garganta inaccesible y termina saliendo al valle del Río Castril por una hoz estrecha que como un cuchillo corta verticalmente un enorme farallón liso y vertical de casi cien metros de altura. Para accede al Barranco es preciso subir mas al norte por sendas muy empinadas y oblicuas que una vez en lo alto te permiten volver a bajar al cauce del Barranco aguas arriba. Y puestos a llegar al Empanadas hay que superar un largo y kilométrico recorrido que a veces cruza el arroyo para remontar empinadas laderas de un cauce generalmente muy encajonado y otra vez precisa vadear otro afluente para lo que hay que alejarse del cauce hacia el interior y hacia lo alto.

Recorrido áspero, duro y cansado que te permite llegar a un pequeño lugar paradisíaco, encuentro de dos arroyos que dejan terrazas para frutales y huertas donde El Maestrillo construyó su cortijo.

Desde el Cortijo del Maestrillo se puede abordar la subida al Empanadas, superando 450 metros de desnivel. No hay senda para ello. Se puede subir por el mismo cauce del Barranco de Túnez especialmente pedregoso en esa zona hasta un collado y desde allí seguir la cuerda. O iniciar la subida a media distancia tendiendo a la derecha y buscando caminos de cabras. Esa subida unida a la previa hace el conjunto de la subida especialmente dura.

Hay pocos recorridos de montaña de clima y flora mediterránea que ofrezcan una combinación tan soberbia de grandiosidad, aspereza, soledad y belleza por las simas y los enormes farallones de estratos calizos descubiertos por erosiones violentas. Solo cabe decir que es imprescindible verlo.

Compartir estos pensamientos y emociones viene a cuento no por el prurito reportero que crónicas las hay buenas y acompañadas la mas veces de amplios reportajes fotográficos. Mas bien quiero transmitir lo que se echa en falta y hasta puede llegar a ser insoportable.

En primer lugar que la Administración del Parque Natural, organismo competente de la Junta de Andalucía, se empeña en esconder lo mas impresionante del Parque que es el Barranco de Túnez y el Pico del Empanadas. Lo esconde de muchas maneras, como podéis ver a continuación:

Si visitáis la página web de la Junta de Andalucía / Medio Ambiente:
http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/resultadoEquipamientos.do?tipoBusqueda=sendero

podéis ver que se describen cinco sendas con abundante información de descripción y ficheros para gps, pero no se dice nada de la del Empanadas, justo la que mas lo precisa, dejando sin información a los necesitados montañeros.

Sin embargo existe información sobre el Empanadas en la red. Véase la descripción y ficheros GPS que hay en Wikilog. Ver:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=71561
Por cierto que en esta página la descripción no coincide con la ruta que se visualiza. Esta es circular. Sin embargo se describe en texto una de ida y vuelta por el Barranco de Túnez. Otra confusión para quien pretende utilizar esta información.

En el Centro de Información del Parque en Castril repiten a todo el mundo que pide información sobre el Empanadas que el sendero es peligroso, que no recomiendan que se haga, que no se hacen responsables de lo que pudiera ocurrir, que el año pasado se mató un señor por adentrarse en el mismo, que hay malas señalizaciones, que te puedes despeñar, etc. Si se insiste en que de todas maneras quieres ir, te sacan un folleto en el que dan información que de todas formas es totalmente insuficiente. Evidentemente esta es una manera de escurrir el bulto y me parece irresponsable no dar la mayor información posible a quien la demanda.

En el punto del camino de Nacimiento donde arranca la ruta no hay ningún cartel que indique que esa es la salida del sendero. Puedes incluso vadear el río que lleva mucho caudal sin que te avisen de la existencia de un puente algo mas arriba. Aunque hay algunos postes de indicación con una flecha las tablillas con la descripción han desaparecido y eso pasa en general con todas las rutas.

El camino bien señalizado con hitos de piedras al principio te lleva hasta una pared vertical apenas visible por la abundancia de cornicabras en el que se inicia una subida por sendero empinado y en ziz-zag que es el que sube hasta el Cortijo de la Puerca. Pues bien en ese punto de la pared, se inicia un sendero hacia la izquierda que no es perceptible por falta de señalización. Solo un pequeño cúmulo de piedras indica su existencia. La indicación de este sendero es muy importante en lo que se refiere a acertar con la ruta adecuada hacia el Barranco de Túnez. Pues si bien la otra te sube al Cortijo de la Puerca te desvía del Barranco y complica el retomar la correcta. Pasa que esta subida ha sido arreglada por el Parque que parece interesado en que si alguien sube lo haga por ahí y no por donde se pretende. Y es que la vuelta es importante, y si no se descubre el portillón que inicia el descenso se puede abordar este por algún otro lugar peligroso. Salvo que vuelvas de nuevo al Cortijo de la Puerca, lo que alarga una marcha ya de por si larguísima.

Antiguamente la senda en su conjunto estaba señaliza como PR. Todavía se pueden ver señales en blanco y amarillo por algunos sitios. De la mitad para arriba por el cauce del Barranco y hacia el Maestrillo. Se pueden contar con los dedos de una mano. Las señales jamás han vuelto a ser repintadas y se ven desvaídas. Hay sin embargo una señal de PR en un sitio absolutamente inconveniente que es el farallón en el que se inicia el descenso final de la vuelta. Ahí el desnivel a salvar es de unos 160 metros, y el PR señala un inicio de bajada que conduce a una pedrera de fuerte inclinación donde se ha perdido seguramente la antigua senda. O sea que la señal del PR te envía a que te despeñes. Menos mal que con serenidad y poniendo todos los sentidos puedes encontrar la senda que sube paralela al farallón y te conduce a la bajada buena, que además con cuidado se puede bajar perfectamente.

Contrasta el cuidado en la señalización y mantenimiento de algunos senderos como el del Cerro del Buitre con el abandono en ese sentido del Empanadas.

No basta con recomendar no hacer una ruta. Hay que señalizar como se hace en la montaña en cualquier lugar donde se abordan los temas medioambientales con seriedad. En la montaña se pueden producir accidentes pero nunca por semejante descuido de las autoridades.

Superando las dificultades del terreno y las del abandono a que nos referíamos antes, hemos hecho la Ruta del Empanadas. Tras una marcha sobrecogedora por su inmensa belleza, yo mismo me quedé en el Cortijo del Maestrillo donde disfruté de la mejor siesta de mi vida. Luego hice la vuelta con una pareja de Yecla, de la mejor gente que he conocido.

Mis colegas se atrevieron con el Empanadas y las pasaron canutas, por las muchas horas de esfuerzo y porque la tarde avanzaba y quedaba la vuelta. En la última bajada de los famosos farallones, acertaron todos, pero uno siguió la mala senda y se vio metido en una aventura de riesgo que superó porque es joven, fuerte y tiene experiencia de montañero. Pero que necesidad hay de estas historias.

Hay quienes dan información de duración de una marcha como si el que la hiciera fuera olímpico. De esta dicen que se hace en 8 horas. Que eche cuentas el que la haga en una jornada de empezar no mas tarde de las 8 de la mañana, y de terminarla, con sus descansos incluídos, en torno a las 4 de la tarde, si conoces bien la ruta, y a las seis si no.

No se puede acabar sin recomendaros fuertemente que hagáis el Barranco de Túnez y el Empanadas, si es que no la habéis hecho. Es imprescindible.